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El gato thai realmente es el gato siamés tradicional que existía en el antiguo Siam de Tailandia desde el año 1350, donde los llamaban “diamantes de la luna” debido al color azul turquesa de sus ojos. También los consideraban sagrados por recibir el alma de las personas de clase alta y pensaban que atraían la suerte y ahuyentaban los malos espíritus. La variedad moderna del siamés de hoy en día se originó tras la llegada a Europa del gato thai.
Hoy en día, según la Federación Internacional Felina (FIFe) [1],se consideran dos razas separadas y, por ello, a continuación hablaremos de las características del gato thai o siamés tradicional, ¡no te las pierdas!
El gato thai tiene un cuerpo mediano, más redondo y macizo que el siamés moderno. Aun así, mantiene un tipo atlético y estilizado, pesando entre 3 y 5 kg. El cuello es musculoso, la cola es más corta y tiene la punta más engrosada. El pelo es suave, denso, corto y pegado al cuerpo. El color sigue el patrón colorpoint, pudiendo ser seal point, lila point, chocolate point o blue point, con tonalidades oscuras en las zonas de menor temperatura como la cara, orejas, patas y cola.
La cabeza del gato thai es de tipo oriental, con forma triangular, hocico alargado y fino, pero más acortado que el siamés moderno y con el mentón formando una línea recta hasta la nariz. Las mejillas son más llenas y las orejas son más pequeñas, pero siguen siendo de alta inserción. Por su parte, los ojos son alargados, de color azul intenso y no tan oblicuos como el siamés moderno.
Los gatos thai tienen un carácter muy parecido al de los siameses, siendo también muy maulladores y sensibles, por lo que requieren un trato cariñoso y familiar. Son unos gatos inteligentes, cariñosos, extrovertidos y sociables que disfrutan de la compañía humana, no gustándoles quedarse solos en casa.
Por otro lado, son inquietos y curiosos, por lo que buscarán siempre algo que hacer, con qué jugar o a quién maullar para solicitar su atención.
Es importante dedicar tiempo cada día para jugar con los gatos thai y poner escondites o lugares de exploración por la casa para mantenerlos activos y que liberen su energía. Deben tener un arenero con una arena de su agrado y algún rascador y lugares altos por la casa.
El pelo corto de estos gatos debe ser cepillado dos o tres veces por semana para activar la circulación y mejorar la calidad de su pelaje. El baño será necesario si se encuentran muy sucios. La higiene de los ojos, oídos y dientes también es clave para prevenir infecciones y enfermedades en estos gatos.
La alimentación debe ser completa y equilibrada, ajustada para las necesidades individuales de cada gato y repartida en varias tomas diarias con agua siempre a su disposición.
Con respecto a su salud, los gatos siameses tradicionales tienen una larga esperanza de vida, pudiendo llegar a los 20 años. Sin embargo, están predispuestos a una serie de enfermedades, destacando los problemas oculares como el estrabismo y el nistagmo, el cáncer de mama, la hidrocefalia, la cardiomiopatía hipertrófica y las infecciones respiratorias. Para diagnosticar y controlar estas y otras enfermedades, aplicar medicina preventiva o realizar esterilizaciones y puesta de microchips, puedes contar con los profesionales de las Clínicas Veterinarias Mivet
Referencias:
Federación Internacional Felina. (2020). Thai. Disponible en: http://www1.fifeweb.org/dnld/std/THA.pdf
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