El dálmata es un perro originario de Dalmacia (Croacia). Aparece en pinturas desde el siglo XVI y se empleaba como perro protector, acompañando a los coches de caballo del pueblo romaní e, incluso, a los bomberos. Debido a su aspecto y carácter amigables, pronto se convirtió en la compañía perfecta para muchas personas. ¿Quieres conocerlo? Así es el perro dálmata.
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El perro dálmata mide entre 54 y 62 cm. Su principal característica la encontramos en su pelo corto, duro y tupido. Se trata de su color: una base blanca con manchas negras o marrones. Estas manchas miden unos 2-3 cm y se distribuyen por todo el cuerpo, siendo más pequeñas en la cabeza y las extremidades. El cachorro dálmata nace sin manchas y aparecen progresivamente.
Además, esta raza de perro tiene un porte elegante, con un movimiento de gran alcance. Se debe a su cuerpo rectangular y musculoso, que se sustenta sobre unas patas fuertes con “pies de gato”. Posee una espalda recta y un pecho profundo, con el vientre algo retraído. De su parte final, sale una cola larga que asciende formando un sable.
En cuanto a su cabeza, es bastante alargada, con forma de prisma. Está formada por un cráneo plano, que se redondea levemente en los laterales, y un hocico recto de igual longitud que el cráneo. Tanto su amplia nariz como sus ojos ovalados son del color de las manchas. Se acompañan de unas orejas colgantes, moteadas y triangulares, aunque con la punta redondeada.
Carácter del dálmata
El carácter del dálmata es muy agradable. Hablamos de un perro afectuoso con sus seres queridos, que suele ser sociable con los desconocidos. También es tolerante con otros perros y muy juguetón, por lo que tiende a llevarse bien con los niños.
Debido al trabajo para el que fue seleccionado, el perro dálmata es bastante protector y se adapta bien a diferentes situaciones. Tiene mucha energía y necesita hacer mucho deporte. También es muy inteligente, así que resulta fácil de entrenar, aunque puede ser un poco cabezón debido a su carácter independiente.
Cuidados del dálmata
Como cualquier raza de perro, el dálmata necesita una comida de calidad adecuada para él. Debemos racionalizarla bien para evitar la obesidad. También hay que limpiarle los dientes y las orejas, así como cortarle las uñas y bañarlo ocasionalmente. Además, a esta raza se le cae mucho el pelo, por lo que necesita 1-2 cepillados semanales con un peine de goma o un guante de crin.
Para mantenerse en forma y feliz, el dálmata necesita hacer mucho ejercicio. Le encanta el agua y los exteriores, por lo que disfruta acompañándonos mientras corremos, montamos en bici o hacemos senderismo. Esta raza debe dar largos paseos diarios, así como jugar y entrenar para estimular su mente.
Finalmente, si vas a adoptar un dálmata, debes llevarlo al veterinario con frecuencia. La sordera y las piedras en el riñón son algunas de las patologías frecuentes en esta raza. Acude a tu clínica Mivet más cercana, donde contamos con especialistas y maquinaria para la detección precoz de enfermedades.
Fuentes: