Alimentación

¿Qué es la dieta BARF para perros?

Publicado el 04/09/2025

¿Qué es la dieta BARF para perros?

La dieta BARF para perros es un tipo de alimentación natural que se basa en ofrecer comida cruda y biológicamente apropiada, simulando lo que los perros consumirían en estado salvaje. Esta dieta ha ganado popularidad entre muchos cuidadores que buscan alternativas más naturales al pienso industrial.

En este artículo te explicamos en profundidad qué es la dieta BARF, qué ingredientes la componen, los riesgos que puede implicar, y responderemos a las dudas más frecuentes sobre este modelo nutricional para que decidas si es adecuado para tu compañero peludo.

¿Qué es la dieta BARF?

El acrónimo BARF proviene del inglés «Biologically Appropriate Raw Food» o «Bones and Raw Food», y se traduce como alimentos crudos biológicamente apropiados. La base de esta dieta es alimentar al perro con productos naturales y crudos, respetando su fisiología digestiva como carnívoro facultativo.

La dieta BARF busca imitar la alimentación de los ancestros del perro en libertad, como los lobos, combinando carne, huesos, vísceras y vegetales frescos. A diferencia del pienso, que es procesado y seco, la dieta BARF se elabora de forma casera o comercial con ingredientes frescos, sin conservantes ni aditivos artificiales. Su objetivo principal es ofrecer una alimentación más natural y adaptada a las necesidades biológicas de cada perro.

¿Qué contiene la dieta BARF?

La composición habitual de una dieta BARF se distribuye en un porcentaje equilibrado de carne cruda, huesos carnosos, vísceras, vegetales y frutas, adaptado a las necesidades nutricionales del animal según su tamaño, edad y nivel de actividad.

Carne magra (aprox. 70%)

La dieta BARF incluye un alto porcentaje de carne magra cruda como fuente principal de proteínas esenciales, aminoácidos y vitaminas. Sin embargo, este elevado porcentaje no implica alimentar únicamente con carne magra pura. Dentro de esta categoría también se incluyen otros elementos como grasa saturada, necesaria para aportar energía, y órganos musculares como el corazón, que son muy nutritivos.

Huesos crudos comestibles (aprox. 10%)

Los huesos crudos, blandos y aptos para el consumo son fundamentales para aportar calcio, fósforo y minerales esenciales. La cantidad adecuada puede variar según cada perro, ya que influye directamente en la consistencia de las heces. Es importante ajustar esta proporción a las necesidades individuales y nunca ofrecer huesos cocidos, ya que al cocinarlos su estructura cambia, pudiendo generar astillas peligrosas que provoquen obstrucciones intestinales.

Hígado (aprox. 5%)

El hígado es clave en la dieta BARF por su alto contenido en vitamina A liposoluble y diversas vitaminas hidrosolubles. El 5% es una referencia inicial suficiente para cubrir las necesidades, aunque en perros con sensibilidad a los órganos se puede reducir sin comprometer el aporte vitamínico.

Otros órganos (aprox. 5%)

Órganos secretores como el riñón completan el aporte de minerales esenciales y vitaminas hidrosolubles. Aunque representan un porcentaje menor, son muy valiosos para mantener una dieta equilibrada.

Verduras (aprox. 7%)

Las verduras frescas aportan fitoquímicos, fibra y micronutrientes esenciales. Además, contribuyen a la salud digestiva y ayudan a diversificar la dieta.

Semillas y frutos secos (aprox. 2%)

Estos ingredientes ofrecen minerales, ácidos grasos saludables y vitaminas liposolubles. Siempre deben administrarse remojados y molidos para reducir el contenido en fitatos (que pueden disminuir la absorción de algunos minerales) y facilitar la digestión.

Fruta (aprox. 1%)

La fruta aporta antioxidantes naturales, pero debido a su contenido en azúcares, debe ofrecerse en pequeñas cantidades para evitar desequilibrios en la dieta.

Es importante entender que no se trata solo de «dar carne cruda», sino de lograr un equilibrio nutricional adaptado al tamaño, edad, actividad física y salud de cada perro. Existen herramientas como calculadoras de dieta BARF que pueden ayudarte a ajustar las proporciones correctas.

dieta barf perro

Los riesgos de la dieta BARF

Aunque muchas personas apuestan por la dieta BARF como una opción más natural, también existen riesgos que debes considerar. Por ejemplo, algunos hospitales rechazan a pacientes cuya alimentación se base en esta dieta. Además, presenta una importante dificultad seguir esta dieta en guarderías u hoteles caninos.

Desde MiVet señalamos estos riesgos a tener en cuenta:

Desequilibrio nutricional

Uno de los principales riesgos de la dieta BARF es no conseguir un balance adecuado entre proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Si no se calcula correctamente la proporción entre carnes, vísceras y vegetales, el perro puede sufrir deficiencias o excesos que afecten a su salud a medio y largo plazo.

Riesgo microbiológico

Al ofrecer carne cruda, existe la posibilidad de contaminación por bacterias como Salmonella, E. coli o Listeria. Estas pueden causar infecciones gastrointestinales tanto en el perro como en las personas que manipulan los alimentos, especialmente si no se siguen unas normas estrictas de higiene.

Asfixia o daños internos por huesos

Aunque los huesos forman parte de la dieta BARF, si no se seleccionan y administran correctamente pueden causar obstrucciones, rotura de dientes o lesiones en el tracto digestivo. Es fundamental evitar huesos cocidos y siempre supervisar al perro durante su ingesta.

Contaminación cruzada

Manipular alimentos crudos en casa puede conllevar riesgos para la familia si no se toman precauciones. Superficies, utensilios y manos deben limpiarse a fondo para evitar que bacterias pasen a otros alimentos o productos del hogar, sobre todo si hay niños o personas inmunodeprimidas.

También es importante tener en cuenta la limpieza de los comederos, así como no dejar restos de comida durante horas sin retirar. Esto incrementa la proliferación de bacterias, lo que puede conllevar disbiosis si el perro ingiere restos de comida contaminados.

Preguntas frecuentes sobre la dieta BARF para perros

La transición a una dieta BARF para perros plantea muchas preguntas. A continuación, resolvemos las más comunes.

¿Por qué pasarse a la Dieta BARF?

Muchos propietarios eligen la dieta BARF porque aporta beneficios notables para la salud de sus mascotas. Al tratarse de alimento crudo y natural, mejora la hidratación y reduce la carga de toxinas en hígado y riñones. Favorece una digestión más rápida y eficiente, ayuda a mantener una buena salud bucodental gracias al consumo de huesos y refuerza el sistema inmune al cubrir de forma equilibrada las necesidades de vitaminas, minerales y ácidos grasos.

Además, al no incluir carbohidratos refinados, contribuye a prevenir la obesidad y enfermedades asociadas, mejorando al mismo tiempo la energía y vitalidad diaria del animal.

¿Por qué no pasarse a la Dieta BARF?

No todos los perros ni familias están preparados. Requiere tiempo, organización y conocimientos para mantener el equilibrio nutricional. Si se hace mal, puede generar carencias graves. Además, algunas patologías digestivas o inmunológicas no son compatibles con este tipo de dieta.

En hogares con poco tiempo o sin experiencia nutricional, puede ser más seguro optar por alimentos formulados profesionalmente. Si decides intentarlo, consulta siempre con un veterinario que conozca la dieta BARF.

¿Cómo se hace la transición a la Dieta BARF?

La transición a la dieta BARF debe hacerse de forma gradual, adaptándose a las necesidades de cada perro.

  • Puede iniciarse con un ayuno de 24 horas (solo en adultos sanos) para limpiar el sistema digestivo y aumentar el apetito.
  • Después, durante 1-2 semanas, se ofrece una dieta de transición con proteínas de fácil digestión, como pollo o pavo, y vegetales blandos cocinados, en raciones más pequeñas y frecuentes.
  • En las siguientes 2-3 semanas, se incorporan menús completos con mayor variedad de proteínas, verduras, vísceras y suplementos para perros.
  • Finalmente, cada 2-3 semanas conviene rotar el menú para aportar distintos nutrientes y evitar la monotonía.

¿Cuánta cantidad de alimentos BARF le doy a mi perro diariamente y cuántas veces al día?

Al alimentar a nuestras mascotas con la dieta BARF, es fundamental ajustar las cantidades según su edad, peso, nivel de actividad y condiciones físicas específicas, como si están castrados o en periodo de gestación.

En cuanto al número de tomas diarias, dependerá del hábito de tu perro. Si está acostumbrado a comer tres veces al día, simplemente divide la ración diaria total en tres porciones equilibradas.

¿Qué diferencias hay entre la dieta BARF y el pienso?

  • El pienso es un alimento procesado, seco y de fácil conservación. Contiene aditivos, conservantes y puede tener subproductos.
  • La dieta BARF se basa en ingredientes frescos y crudos. Esto implica mayor manipulación, pero también más control sobre la calidad de lo que ingiere el perro. 

La diferencia principal radica en la frescura y la naturalidad: el pienso busca practicidad, mientras que la dieta BARF se enfoca en la personalización y calidad nutricional. Elegir una u otra dependerá de tus posibilidades y de las necesidades de tu mascota.

En resumen, la dieta BARF para perros puede ser una excelente alternativa si se hace con rigor y asesoramiento. Cada perro es diferente y lo que funciona para uno puede no ser lo mejor para otro. Lo importante es ofrecerle una alimentación sana, segura y adaptada a sus necesidades.

En MiVet, te ayudamos a cuidar de la salud de tu mascota. Consulta con al mejor veterinario cerca de mi antes de iniciar cualquier cambio nutricional importante.

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