Como en las personas, los cálculos renales en gatos se forman por la acumulación de minerales en el tracto urinario. Son unas estructuras cristalinas, también conocidas como “piedras” o urolitos. Cuando aparecen, al felino le cuesta orinar, experimenta un dolor muy fuerte y, si no actuamos, puede llegar a morir. Por ello, te ayudamos a detectarlos y eliminarlos.
Tipos de cálculos renales en gatos
Los cálculos renales en gatos pueden aparecer en diferentes partes de las vías urinarias. Por ello, se clasifican en:
- Cálculos del tracto urinario inferior: vejiga y uretra.
- Cálculos del tracto urinario superior: riñones y uréteres.
También se clasifican atendiendo al tipo de mineral que los forma. Los minerales más comunes en gatos son:
- Estruvita: aparecen cuando la concentración de magnesio en la orina es muy elevada.
- Oxalato cálcico (CaOx): tiene lugar cuando la orina es demasiado ácida y concentrada en calcio.
{{cta(‘0707cc60-2911-48ac-bd4d-4191e3895bdc’)}}
Causas de cálculos renales en gatos
Las causas de cálculos renales en gatos aún son muy desconocidas. Sin embargo, muchas condiciones ambientales y patológicas se han relacionado con esta enfermedad:
- Dieta: una alimentación con excesivo magnesio puede causar cálculos de estruvita, mientras que una dieta ácida se relaciona con cálculos de CaOx.
- Infección urinaria: muchas bacterias causan acidificación en la orina.
- Enfermedades urinarias o vasculares: otras patologías en el riñón también pueden acidificar la orina.
- Otras enfermedades: es el caso de aquellas enfermedades que aumentan el magnesio o el calcio circulantes, como las neoplasias o el hiperparatiroidismo.
- Alteración de la flora intestinal: la desaparición de algunas bacterias destructoras de oxalato causa un aumento en la concentración de esta sustancia.
- Obesidad y sedentarismo: los gatos sedentarios u obesos tienen más tendencia a padecer cálculos renales.
Aunque no se consideran causas, existen factores genéticos que predisponen a sufrir cálculos. Aparecen con mayor frecuencia en las razas persa e himalaya. También existen diferencias sexuales: los gatos macho tienen mayor predisposición a sufrir cálculos de CaOx, mientras que las piedras de estruvita son más frecuentes en las hembras.
Síntomas de cálculos renales en gatos
Con frecuencia, los cálculos renales en felinos se detectan por casualidad durante el diagnóstico de otra enfermedad. Se debe a que algunos gatos no presentan síntomas. Sin embargo, en otros felinos aparece una sintomatología muy molesta.
Estos son los principales síntomas de cálculos renales en gatos:
- Hematuria o sangre en la orina.
- Eliminación inadecuada fuera del arenero.
- Aumento del número de micciones de contenido escaso.
- Micción dolorosa y gota a gota, como si le resultara difícil orinar.
- Disminución del apetito.
- Pérdida de peso.
- Inactividad.
- Fatiga.
Si detectas estos síntomas en tu gato, llévalo a un veterinario de confianza lo antes posible. Busca tu clínica veterinaria Mivet más cercana, donde diagnosticaremos a tu amigo felino y te recomendaremos el mejor tratamiento para que vuelva a tener una vida saludable y feliz.
{{cta(‘0ec2034b-c8ef-4a05-9819-478c4332e8b1′,’justifycenter’)}}
Cómo tratar los cálculos renales en gatos
Ya sabes cómo detectarlos, pero ¿cómo eliminar cálculos renales en gatos? El tratamiento de esta patología depende de su localización y la afectación del riñón. En algunos casos, las piedras pueden romperse con una dieta terapéutica. También se aconseja aumentar la ingesta de agua para diluir la orina, así como evitar la obesidad y el sedentarismo.
En muchas ocasiones, puede ser necesaria una terapia farmacológica. Suelen recetarse diuréticos, como el hidroclorotiazide. También podemos optar por antiinflamatorios y relajantes musculares para dilatar los conductos. Asimismo, si el gato tiene o podría tener una infección urinaria, se deben recetar antibióticos.
Cuando los cálculos están en el tracto urinario superior o tienen un tamaño considerable, es habitual que las piedras no se fragmenten con un cambio de hábitos. En estos casos, se recurre a técnicas de rotura mecánica como la urohidropropulsión. Si las piedras son muy grandes o se sitúan cerca del riñón, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Tras la destrucción o extracción, se receta un tratamiento preventivo que depende de la naturaleza de los cálculos. Incluye una dieta terapéutica, un aumento del ejercicio y, a veces, tratamiento farmacológico. Finalmente, cada cierto tiempo, se realiza un seguimiento mediante análisis de orina, radiografías o ultrasonografías periódicas.
Alimentos para disolver cálculos renales en gatos
Para deshacer piedras del riñón en gatos y prevenir su reaparición es muy importante escoger una dieta terapéutica, que depende del mineral que compone los cálculos. Debe ser una dieta neutra, baja en magnesio y/u oxalato cálcico. En combinación con un aumento de la actividad física, la dieta debe ayudar al animal a alcanzar y mantener su peso ideal.
Además, se debe aumentar la hidratación del animal para diluir la orina. Por ello, es recomendable introducir comida húmeda y alimentos ricos en sodio. Se debe hacer todo lo posible para favorecer la ingesta de agua, manteniendo el cuenco lleno y limpio o añadiendo una fuente en casa.
Cirugía de cálculos renales en gatos
La cirugía de cálculos renales en gatos se realiza cuando no existe otra alternativa. Existen diferentes tipos de cirugía según el lugar en el que se encuentran los urolitos. Los más habituales son:
- Cistotomía: es una incisión en la vejiga para extraer uno o varios cálculos.
- Ureterotomía: está indicada para la extracción de un único cálculo de la parte superior del uréter mediante una incisión mínima.
- Colocación de stents: consiste en colocar un tubo dentro del uréter para aumentar su diámetro y favorecer la salida de las piedras.
- Baypass ureteral subcutáneo (SUB): se introduce una vía alternativa desde el riñón a la vejiga.
- Litotricia láser: los urolitos se destruyen mediante ondas de choque. Es una técnica rápida y segura, aunque no suele realizarse por falta de instrumentación.
El conocimiento veterinario crece muy rápido. Si eres el propietario de una clínica veterinaria, seguro que no tienes tiempo para formarte o te faltan medios para adquirir instrumentación. Soluciónalo ahora. Consigue formación continua y un equipamiento moderno para satisfacer a tus clientes. Únete a Clínicas Veterinarias Mivet y elaboraremos un plan de mejora ideado para tu clínica y cada uno de sus profesionales.
Fuentes:
- Marino, F. D., SAS, G. C., & Neuro, G. C. (2015). Opciones de tratamiento de la ureterolitiasis felina. Argos: Informativo Veterinario, (166), 34-36.
- Palm, C. A., & Westropp, J. L. (2011). Cats and calcium oxalate: strategies for managing lower and upper tract stone disease. Journal of feline medicine and surgery, 13(9), 651-660.
- Syme, H. M. (2012). Stones in cats and dogs: What can be learnt from them?. Arab journal of urology, 10(3), 230-239.