Lo normal es que los gatitos defequen varias veces al día, sobre todo cuando todavía son lactantes. Por eso, cuando no se produce la evacuación de las heces tenemos que actuar. Además, los casos más graves de estreñimiento en gatos bebés van a necesitar la intervención del veterinario. A continuación, explicamos las causas y los síntomas más comunes de estreñimiento en gatos bebés, así como el tratamiento indicado.
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¿Cuántos días puede estar un gato bebé sin defecar?
Que por alguna circunstancia un gatito no defeque durante un día puede englobarse dentro de la normalidad, sobre todo si no presenta ningún síntoma de malestar. Pero si este tiempo se prolonga, hay que consultar con el veterinario. Los gatos pequeños son más vulnerables que los adultos, de ahí la importancia de no tardar en procurarles asistencia.
Síntomas de estreñimiento en gatos bebés
Estos síntomas de estreñimiento en gatos bebés deben ponernos en alerta:
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No defecar.
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Acudir al arenero varias veces sin conseguir evacuar.
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Intentar defecar fuera de la bandeja de arena.
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Presentar el abdomen inflamado.
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Dolor en el vientre si lo palpamos.
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Esfuerzos para evacuar sin resultado.
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Maullidos.
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Pérdida del apetito.
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Prolapso anal o rectal.
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Causas de estreñimiento en gatos bebés
En los gatitos puede producirse estreñimiento cuando tiene lugar el cambio de alimentación de leche materna a sólidos. También si, al adoptarlos, les modificamos la comida de una manera brusca. Es habitual el estreñimiento en gatos recién nacidos cuando, en ausencia de la madre, tienen que criarse a biberón con leche artificial. En estos casos, cualquier modificación en la composición de la toma o un cambio en la marca de la leche pueden ser causa de estreñimiento. Además, las gatas lamen la zona genital de sus gatitos para estimularlos a defecar y a orinar. En los lactantes huérfanos, si no provocamos nosotros el reflejo de eliminación o no lo hacemos de la forma adecuada, es posible que el pequeño no consiga defecar por sí mismo. Por último, hay que valorar otros factores, como algunas patologías, el estrés o una mala experiencia con la bandeja de arena, que puede inhibir su uso. También podría haber una obstrucción, como la provocada por la ingesta de un cuerpo extraño tipo hilos o pelo.
Cómo estimular a un gato a defecar
Si nuestro gato recién nacido no defeca podemos estimularlo pasando por la zona genital una gasa o un algodón empapado en agua tibia. Es imprescindible que comprobemos que la preparación del biberón es correcta. En general, el estreñimiento leve en gatitos, por ejemplo, si detectamos que quiere defecar pero no consigue hacerlo, puede resolverse dándoles una cucharadita de aceite de oliva o una pequeña cantidad de malta. Hay que vigilar también que la alimentación sea la adecuada para esta etapa vital, que el gatito está bien hidratado, en su peso, realiza ejercicio regular y se siente a gusto con su bandeja de arena.
Si a pesar de seguir estos consejos sigue sin defecar, te recomendamos acudir a cualquier Clínica Veterinaria Mi Vet. Al tratarse de bebés, no podemos esperar. Hay que realizar una exploración completa para determinar el tratamiento, que puede incluir la administración de un enema e, incluso, en los casos de obstrucción más graves, una operación quirúrgica.
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