Gingivitis en gatos: qué es y cómo curarla

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Publicado enero 03, 2023

Gingivitis en gatos: qué es y cómo curarla

La gingivitis es, literalmente, una inflamación de las encías. Esta alteración tiene la capacidad de desarrollar complicaciones al punto de hacer necesario extraer todas las piezas dentales. A continuación, explicamos a qué se debe la gingivitis en gatos, cómo se manifiesta y de qué manera hay que tratarla, dado que se trata de un trastorno bastante frecuente en los gatos.

 

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Qué es la gingivitis en gatos 

 

Como avanzamos, la gingivitis en gatos es una inflamación reversible alrededor de las encías a consecuencia del sarro. La encía sana se ajusta perfectamente a las piezas dentales, pero, a lo largo de la línea gingival, si se dan las circunstancias, es donde se acaba depositando sarro y es este depósito el que consigue que se formen pequeños puntos de separación entre dientes y encía, favoreciendo la acumulación de bacterias, restos de alimentos e incluso la aparición de infecciones. 

 

El sarro, también conocido como cálculo dentario, se compone de sales de calcio, partículas de alimentos, bacterias y materiales orgánicos. Al principio de su depósito se denomina placa dental y es blando y de color marrón amarillento. En este punto se produciría una gingivitis leve. El problema es que esta placa enseguida se endurece y pasa a ser sarro, que se encuentra sobre todo en la zona externa de molares y premolares superiores. El sarro es el principal responsable de la gingivitis y su aparición ya denotaría una gingivitis de gravedad moderada. Pero el problema todavía puede seguir avanzando hacia una gingivitis más grave y extendida a toda la cavidad bucal. Es la denominada gingivoestomatitis. La principal complicación en este caso es que acaba convirtiéndose en gingivitis crónica en gatos, lo que dificulta el tratamiento. 

 

Causas de gingivitis en gatos

 

En primer lugar, hay que tener presente que es más probable la gingivitis en gatos mayores. Hay múltiples causas que pueden estar detrás de esta afección. Algunas de ellas son de gravedad. Destacamos:

 

  • Virus como el calicivirus, pero también puede diagnosticarse gingivitis en gatos con inmunodeficiencia o leucemia felina.

  • Diferentes enfermedades sintémicas, como la diabetes, la insuficiencia renal o un cuadro de desnutrición.

  • Patologías autoinmunes.

  • Tumores.

  • Algunas intoxicaciones.

  • Tratamientos prolongados con corticoides.

  • Presencia de cuerpos extraños.

 

Síntomas de gingivitis en gatos

 

El primer signo clínico, apreciable a simple vista, es la inflamación y el enrojecimiento de la encía. Además, puede haber una infección originada por las bacterias acumuladas en las zonas de separación entre dientes y encía. En casos avanzados, las piezas dentales pueden aflojarse al punto de caerse. Estos son otros signos clínicos que deben ponernos en alerta:

 

  • Hipersalivación, con una saliva muy espesa, que puede contener sangre procedente de las encías y pus si hay infección.

  • Dolor, que notaremos porque el gato rechazará cualquier manipulación de la boca. A la vez, se frotará con las patas o contra objetos en un intento de conseguir alivio. Puede maullar de dolor.

  • Anorexia, es decir, el gato deja de comer o lo hace con mucha dificultad, con problemas para sujetar la comida y tragarla.

  • Adelgazamiento y deshidratación si el animal lleva tiempo sin alimentarse correctamente.

  • Halitosis o mal olor que se desprende de la boca.

  • Mal aspecto del manto porque las molestias impiden el autoacicalado.

  • Depresión y cambios en el comportamiento habitual.

 

Diagnóstico de gingivitis en gatos

 

El examen de la boca revelará la inflamación de la encía y el grado de afectación de toda la cavidad bucal, que son los elementos que el veterinario necesita para diagnosticar la gingivitis. Es probable que haya que sedar al gato para que permita una valoración completa de la cavidad bucal, pues no se dejará ni tocar si siente dolor. En ocasiones, también se le harán radiografías

 

El siguiente paso es encontrar la causa que ha provocado la gingivitis, pues también habrá que tratarla. Para ello, se recurre a pruebas como analíticas de sangre y de orina, ecografías, radiografías, etc., según considere el profesional.

 

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Cómo curar la gingivitis en gatos

 

En todos los casos, independientemente de que se trate de una gingivitis aguda en gatos o crónica, el tratamiento pasa por acudir al veterinario. Los profesionales de las Clínicas Veterinarias Mivet determinaremos las pautas adecuadas para cada caso, ya que dependerán de la sintomatología que muestre el gato. Por ejemplo, si hay infección bacteriana se prescribirán antibióticos. En los gatos en estado más grave que se encuentren deshidratados es posible que se necesite hospitalización para fluidoterapia. También es muy habitual prescribir analgesia, dado el intenso dolor que llega a sentir el animal. 

 

Hay otros fármacos que pueden utilizarse, como corticoides o interferón, en función de la causa que esté detrás de la gingivitis. El veterinario también puede hacer una limpieza de la boca con ultrasonidos, procedimiento que requiere administrar al gato anestesia general. 

 

Aun siguiendo el tratamiento recomendado debemos ser conscientes de que hay casos en los que no se consigue la curación. Así, si el tratamiento no funciona o la gingivitis es muy grave, el veterinario valorará el siguiente paso, que es la extracción de las piezas dentales, de todas o, al menos, de las más afectadas y, en cualquier caso, siempre intentando preservar los colmillos. Sin dientes con los que la encía entre en contacto, se acaba la inflamación y los problemas asociados. En los casos leves es importante que en el hogar implementemos medidas de higiene bucal, siguiendo las indicaciones del veterinario, para evitar, en lo posible, que vuelva a acumularse el sarro.

 

Qué debe comer un gato con gingivitis 

 

Un gato con un cuadro clínico como el que hemos descrito va a tener difícil alimentarse con el extendido pienso. Le será mucho más sencillo conseguir ingerir una alimentación húmeda, aunque no es la dieta más adecuada para el cuidado dental. En el mercado existen opciones, también de premios, formuladas para mejorar la salud bucal. Así, podemos optar por una dieta húmeda para mantener nutrido al gato mientras está enfermo y, una vez la gingivitis se haya controlado, cambiar a una dieta seca. Por otra parte, si nuestra intención es ofrecerle comida casera, siempre tendrá que ser un menú elaborado por un veterinario experto en nutrición para evitar carencias nutricionales.

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