El hipertiroidismo en gatos es la enfermedad endocrina más común en los felinos. Se origina cuando la glándula tiroides aumenta de tamaño y produce una gran cantidad de tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). Este exceso de hormonas produce una enfermedad sistémica muy grave. ¿Quieres conocerla? Te contamos todo lo que debes saber sobre el hipertiroidismo felino. 

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Tipos de hipertiroidismo en gatos

Existen diferentes tipos de hipertiroidismo en gatos según el avance y gravedad de la enfermedad: 

• Hiperplasia de tiroides: algunas células de la tiroides comienzan a reproducirse sin control formando pequeños “bultos”. En esta fase de la enfermedad no hay síntomas, así que es difícil de detectar.

• Adenoma de tiroides o hiperplasia adenomatosa tiroidea: las células de la tiroides siguen reproduciéndose y se vuelven autónomas, es decir, secretan hormonas a la sangre sin necesidad de regulación superior. Por tanto, en esta fase aparecen los síntomas y suele realizarse el diagnóstico.

• Carcinoma de tiroides: las células tumorales se vuelven malignas y migran hacia otras zonas del organismo produciendo un cáncer. Solo aparece en el 5 % de los gatos con hipertiroidismo. 

Causas de hipertiroidismo en gatos

Las causas del hipertiroidismo en gatos aún son poco conocidas. Sin embargo, se han descrito numerosos factores de riesgo que podrían actuar de manera conjunta y causar la enfermedad:

• Tipo de dieta: el aumento de comida húmeda y de ciertos ingredientes (pescado, vísceras) en la dieta se ha relacionado con un incremento del hipertiroidismo felino.

• Deficiencias o excesos nutricionales: algunos nutrientes son escasos o muy abundantes en los piensos comerciales. Por ejemplo, el déficit o exceso de yodo puede causar hiperplasia.

• Disruptores químicos de la tiroides: algunos compuestos químicos pueden causar hiperplasia de tiroides. Los más conocidos con el bisfenol A, los polibromodifenil éteres (PBDE) y ciertos pesticidas y herbicidas.

• Bociógenos: son sustancias naturales que bloquean la absorción y utilización del yodo, inhibiendo el funcionamiento de la tiroides. Las más estudiadas son las isoflavonas de soja, presentes en el 60 % de las marcas de pienso.

• Edad: la enfermedad aparece, fundamentalmente, en gatos mayores de 10 años. Esta prevalencia del hipertiroidismo en gatos viejos podría deberse a la exposición prolongada a sustancias tóxicas y desequilibrios nutricionales.

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Síntomas de hipertiroidismo en gatos

Estos son los principales síntomas de hipertiroidismo en gatos: 

• Disminución de peso por pérdida de masa muscular.

• Aumento del apetito y la sed.

• Incremento de la actividad.

• Irritabilidad.

• Fatiga o dificultad para respirar.

• Debilidad general.

• Depresión.

• Taquicardia.

• Vómitos y diarrea.

• Pérdida de brillo y vigor en el pelo.

Diagnóstico de hipertiroidismo en gatos

El diagnóstico del hipertiroidismo en gatos comienza con un examen físico completo para detectar signos clínicos, como la taquicardia. En este paso es importante la búsqueda de nódulos palpables en la tiroides. Para ello, con mucho cuidado, se levanta la cabeza del felino y se buscan unos bultos móviles a ambos lados de la tráquea.

También es necesario medir la concentración de hormonas tiroideas. Con este propósito, existen numerosos tests para el diagnóstico de hipertiroidismo felino que miden T4 o TSH. Sin embargo, la concentración de hormonas fluctúa a lo largo de la enfermedad y los test pueden arrojar falsos positivos o negativos. Por este motivo, se aconseja recurrir a alternativas como la escintigrafía de tiroides (siempre que sea posible).

Finalmente, para descartar patologías con signos clínicos similares, es muy importante realizar análisis de orina y sangre. También se deben descartar otras enfermedades asociadas, como patologías de corazón, intestinales o renales. Para ello, puede ser necesario hacer radiografías, ecocardiografías y/o ultrasonidos.

Tratamiento para el hipotiroidismo en gatos. 

El tratamiento del hipotiroidismo felino depende de la severidad, la edad del gato, la coexistencia de otras enfermedades, la forma de vida del animal y, por supuesto, de la elección personal de su tutor. Puede incluir:

• Dieta baja en yodo.

• Medicamentos antitiroideos.

• Tiroidectomía o extracción de la glándula tiroides. 

• Terapia con yodo radiactivo.

Los dos primeros tratamientos son paliativos, es decir, pueden mejorar la vida del animal pero no curan su enfermedad. La cirugía y el yodo radiactivo sí son curativos. Tienen una efectividad superior al 90 %, aunque pueden tener efectos adversos como el hipotiroidismo y la hipocalcemia.

Si crees que tu gato tiene hipertiroidismo es muy importante que acudas cuanto antes a un veterinario de confianza. Busca tu clínica Mivet más cercana y te recomendaremos un tratamiento adaptado a tus necesidades que logre mejorar la vida de tu felino.

Medicamentos para el hipertiroidismo en gatos

El objetivo de los medicamentos para el hipotiroidismo felino es inhibir la glándula tiroides para evitar que siga creciendo y liberando hormonas. Ralentizan el progreso de la enfermedad y permiten al felino tener una vida más llevadera. Dado que no son curativos, están indicados para felinos muy ancianos que no puedan pasar por una cirugía o terapia de yodo.

Estos son fármacos los más comunes:

• Metimazol: se administran de manera oral o transdérmica. Puede causar efectos adversos como vómitos, anorexia, letargia o anomalías hematológicas.

• Carbimazol: solo se administra de manera oral. Pueden aparecer efectos adversos como anomalías hematológicas y picor.

Antes de dar cualquier medicamento a tu gato es muy importante que acudas a un especialista para que te recomiende la mejor opción.

Alimentación para un gato con hipertiroidismo

Como hemos indicado, la alimentación es un factor muy importante en la evolución de esta enfermedad. Pero ¿qué debe comer un gato con hipertiroidismo? El felino debe tomar una dieta terapéutica baja en yodo para disminuir la producción de más hormonas tiroideas. Además, debe carecer de sustancias bociógenas o disruptores hormonales, como las isoflavonas de soja o el BPA.

Este tipo de dieta no cura el hipertiroidismo, pero ayudará a retrasar la evolución de la enfermedad. Para conseguirlo, no se debe mezclar con otros tipos de alimentos. También tiene contraindicaciones, como otros deficientes nutricionales o la existencia de otras enfermedades. Por ello, es muy importante que este tipo de dietas estén bajo la supervisión de un veterinario. 

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