¿Te has preguntado por qué mi perro bebe mucha agua últimamente? Esta es una de las consultas más frecuentes en una clínica veterinaria y no siempre tiene una causa evidente. Es normal que los perros beban agua a lo largo del día, sobre todo si hace calor, hacen ejercicio o han comido pienso seco. Sin embargo, cuando notamos que el consumo excesivo de agua es constante, o si además orina más de lo habitual, es importante prestar atención. Te explicamos las posibles causas de este comportamiento, qué hacer si ocurre, cuándo preocuparse y cómo puedes ayudar a tu mascota.
¿Por qué mi perro bebe mucha agua? 6 causas comunes
Beber más agua de lo habitual puede tener múltiples causas, y no todas son patológicas. Aquí te explicamos las más comunes.
1. Mayor actividad física o calor
Si tu perro ha estado más activo de lo normal, ha jugado al aire libre o hace mucho calor, es lógico que necesite hidratarse más. En estos casos, el aumento del consumo de agua es temporal y no preocupante.
2. Alimentación seca o rica en sal
Los perros que consumen principalmente pienso seco o premios salados pueden tener más sed. Asegúrate de que su dieta no contenga un exceso de sodio, ya que puede causar una ingesta de agua mayor de lo habitual.
3. Cambios hormonales por edad
Mi perro mayor bebe mucha agua es una frase común en tutores de perros senior. A partir de los 7 años, pueden desarrollarse desequilibrios hormonales como la diabetes o el síndrome de Cushing, que aumentan la sed y la micción, y son algunos de las enfermedades comunes en perros mayores.
4. Diabetes mellitus
Cuando hay un exceso de glucosa en sangre, el cuerpo trata de eliminarlo por la orina, provocando poliuria (más orina) y polidipsia (más sed). Es una de las causas más comunes si mi perro mea mucho y bebe mucha agua sin una explicación clara.
5. Problemas renales
El riñón deja de concentrar bien la orina, lo que provoca mayor eliminación de líquidos y, como consecuencia, el perro bebe más. Es habitual en perros de edad avanzada o con antecedentes familiares de insuficiencia renal.
6. Infecciones urinarias o hepáticas
Algunas infecciones del tracto urinario o problemas hepáticos también pueden generar una sed excesiva como síntoma secundario. En estos casos, puede venir acompañado de fiebre, apatía o cambios en el apetito.
¿Qué hacer si mi perro bebe mucha agua?
Si notas que tu perro bebe más agua de lo habitual durante varios días seguidos, es importante observar otros síntomas acompañantes. Anota la frecuencia con la que va al bebedero, cuánta agua consumes aproximadamente y si orina con más frecuencia. Acudir al veterinario es esencial si el patrón se mantiene, ya que será necesario hacer pruebas básicas como:
- Análisis de sangre y orina.
- Medición de glucosa y función renal.
- Ecografía abdominal si se sospechan problemas de salud internos.
Qué no hacer si tu perro bebe en exceso
- No limites el acceso al agua: podría empeorar la situación si hay una causa médica subyacente.
- No ignores otros síntomas: como decaimiento, pérdida de peso o vómitos.
- No autodiagnostiques ni mediques sin consulta veterinaria.
¿Qué pasa si mi perro bebe mucha agua de golpe y orina mucho?
Si el perro necesita beber grandes cantidades de agua en poco tiempo se puede generar un desequilibrio en los electrolitos, especialmente si el perro orina mucho después. Esto puede ser síntoma de algo más serio, como:
- Un intento del cuerpo por eliminar toxinas.
- Diabetes no diagnosticada.
- Comienzo de una infección.
En general, si tu perro bebe y orina en exceso, la evaluación veterinaria debe ser inmediata, sobre todo si no es algo puntual. Así descartaremos que sea un síntoma de incontinencia urinaria en perros.
¿Cuánta agua deberían beber los perros?
La cantidad de agua recomendada depende del peso, la dieta y el nivel de actividad física, pero en términos generales, un perro debe beber entre 50 y 70 ml de agua por kilo de peso corporal al día. Por ejemplo:
- Un perro de 10 kg debería consumir entre 500 y 700 ml diarios.
- Si consume el doble durante varios días, podría ser un signo de alerta.
Ten en cuenta que si come comida húmeda, el consumo de agua será menor, ya que parte de la hidratación proviene del alimento.
¿Qué enfermedades pueden causar deshidratación?
La deshidratación puede ser causa y efecto de múltiples enfermedades. Algunas de las más comunes son:
- Problemas renales crónicos: cuando los riñones no funcionan adecuadamente, no pueden concentrar la orina, lo que provoca una pérdida de líquidos excesiva. Esto lleva al perro a beber más agua para compensar, pero si no lo logra, puede deshidratarse. Esta condición es progresiva y debe ser controlada con dieta y tratamiento específico.
- Diabetes mellitus: el exceso de glucosa en sangre estimula al organismo a eliminarla a través de la orina, arrastrando consigo grandes cantidades de agua. Si el perro no logra rehidratarse lo suficiente, puede desarrollar signos de deshidratación como encías secas, letargo o piel menos elástica.
- Síndrome de Cushing: esta enfermedad hormonal provoca una sobreproducción de cortisol. Uno de sus efectos es el aumento de la sed y la orina, lo que con el tiempo puede desembocar en deshidratación si no se controla adecuadamente.
- Gastroenteritis severas con vómitos y diarreas: en estos casos, la pérdida rápida de líquidos a través del tracto digestivo es muy evidente. Los perros con vómitos persistentes o diarreas líquidas pueden deshidratarse en pocas horas si no reciben tratamiento de rehidratación.
- Fiebres prolongadas o infecciones virales: cuando el cuerpo eleva su temperatura, consume más líquidos para intentar autorregularse. Si además hay disminución del apetito y el perro no bebe lo suficiente, la deshidratación puede instalarse rápidamente.
En general, es clave realizar una evaluación clínica completa para detectar la causa subyacente y evitar complicaciones graves.
¿Tiene solución si mi perro bebe mucha agua y orina más cantidad de lo normal?
Sí, muchas veces este problema tiene solución o puede controlarse adecuadamente con un diagnóstico precoz. Algunos tratamientos incluyen:
- Control dietético (reducir sal o cambiar a pienso terapéutico).
- Medicación para regular niveles hormonales o renales.
- Tratamiento antibiótico en caso de infección.
- Insulinoterapia para perros diabéticos.
La clave está en no ignorar los cambios de comportamiento. Si tu perro bebe mucha agua y orina más de lo habitual, consulta con tu veterinario de confianza.
En MiVet sabemos que cada cambio en el comportamiento de tu perro puede generar dudas o preocupación. Estamos aquí para ayudarte a entender lo que ocurre y ofrecerte el mejor cuidado posible. Si tienes preguntas o necesitas orientación, estaremos encantados de acompañarte en cada paso. ¡Tu tranquilidad es también la nuestra!