¿Por qué mi perro no me hace caso?

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Publicado noviembre 10, 2022

¿Por qué mi perro no me hace caso?

Que nuestro perro nos ignore por completo aunque sabemos que nos ha oído es de las situaciones que más desesperan a los cuidadores. La causa del problema suele estar en una mala comunicación y puede corregirse siguiendo unas pautas o, en los casos más difíciles, recurriendo a los servicios de un profesional del comportamiento canino. En este artículo te explicamos por qué mi perro no me hace caso.

Mi perro no me hace caso: causas

 

«Mi perro no me obedece» es una de las preocupaciones que con frecuencia expresan los cuidadores. La primera causa que explica esta conducta no es, como creen algunos, que el perro nos quiere fastidiar. Más bien lo que sucede es que no lo hemos educado o no lo estamos haciendo bien. En otras palabras, el perro no sabe qué es lo que queremos de él o, lo que es peor, procura mantenerse alejado porque teme un castigo. Por ejemplo, si cada vez que lo llamamos lo hacemos a gritos y gesticulando le estamos dando un mensaje contradictorio. Quiere acercarse pero todo nuestro lenguaje corporal lo mantiene alejado.

Por otra parte, si no establecemos unas normas básicas y las aplicamos con coherencia, le crearemos confusión y el resultado será que no nos hará ningún caso. Aunque los perros han conseguido establecer una buena comunicación con nosotros, somos especies diferentes y es inevitable que se produzcan malas interpretaciones. Además, en ocasiones, sin darnos cuenta premiamos conductas erróneas o aplicamos un incorrecto programa de entrenamiento al querer ir demasiado rápido.

Cómo hacer que mi perro me haga caso

 

Si mi perro no me hace caso siempre es posible corregirlo. Para ello hay que seguir unas pautas principales, pero es posible que, en los casos más complicados, haya que contactar con un experto en comportamiento canino o etólogo. En las Clínicas Veterinarias Mivet tienes a tu disposición un servicio de etología. Estas son las pautas generales que deberías seguir independientemente de la edad de tu perro:

  • Edúcalo. No son pocos los cuidadores que ni siquiera se plantean que deben dedicar tiempo a enseñar a su perro educación básica. Infórmate antes de adoptar.
  • Proporciónale el ejercicio que necesita según sus circunstancias y establece una rutina que le aporte previsibilidad. Un perro relajado contará con una mejor predisposición para el aprendizaje. También necesitan de nuestra compañía. Cubrir sus necesidades básicas es fundamental para la obediencia.
  • Elabora un calendario con las órdenes que quieres enseñarle y usa siempre la misma palabra y el mismo gesto para cada una. Ve de menor a mayor dificultad. El aprendizaje lleva tiempo y hay que ser constante y paciente.
  • Todos los miembros de la familia deben respetar las normas para no confundir al perro.
  • Haz sesiones cortas de adiestramiento, de unos diez minutos, ya que el perro no aguantarán la concentración mucho más tiempo. La repetición siempre igual del ejercicio es lo que fija el aprendizaje.
  • Acaba siempre premiándolo por una conducta positiva. Esa es la clave: recompensar la conducta que queremos que se repita e ignorar la indeseable.
  • Jamás recurras a la violencia ni a los gritos.
  • Los problemas de comportamiento se solucionan. No tenemos que acostumbrarnos a la convivencia con un perro que nos ignora ni es motivo para buscarle otro hogar. Acude a los profesionales que pueden ayudarte.