Durante la época navideña, muchas comidas tradicionales(dulces, comidas festivas, aperitivos) pueden ser irresistibles para nuestras mascotas. Pero lo que para nosotros es un capricho puede convertirse en un verdadero riesgo para su salud. Conocer qué alimentos están prohibidos para los perros es esencial para evitar urgencias veterinarias y garantizar unas fiestas seguras. En este artículo repasamos 10 alimentos típicos de Navidad que debes mantener lejos de tu perro, con sus riesgos y por qué evitarlos.
¿Por qué algunos alimentos humanos son peligrosos para los perros?
Antes de entrar en la lista, es importante entender que el sistema digestivo y el metabolismo de un perro es muy diferente al nuestro. Muchas sustancias que somos capaces de procesar sin problemas pueden resultar tóxicas, causar alergias, problemas digestivos, renales o incluso afectar órganos vitales.
Además, en épocas festivas la cantidad y variedad de comida aumenta, y muchos alimentos quedan al alcance (sobras, restos en la mesa o golosinas), lo que incrementa el riesgo de intoxicación o accidente.
Los 10 alimentos navideños prohibidos para perros
Durante las celebraciones navideñas, ciertos alimentos comunes en nuestras mesas pueden ser altamente peligrosos para los perros. A continuación, te mostramos cuáles son y por qué debes mantenerlos fuera de su alcance.
1. Chocolate y dulces con cacao
El chocolate es, probablemente, el mayor enemigo de los perros en Navidad. Contiene una sustancia llamada teobromina (y en menor medida cafeína), que los perros no metabolizan bien. Esto puede provocar vómitos, diarrea, taquicardia, convulsiones o incluso la muerte en casos graves.
Cuanto más oscuro y concentrado sea el chocolate (chocolate negro, de repostería), mayor es su toxicidad. No basta con dar un trocito: incluso pequeñas cantidades pueden ser peligrosas según el tamaño del animal.
2. Uvas y pasas
Las uvas frescas y las pasas son altamente tóxicas para los perros. Su consumo puede provocar una insuficiencia renal súbita, incluso con cantidades muy pequeñas (no se ha determinado con certeza una dosis “segura”)
Los síntomas pueden aparecer entre pocas horas y hasta varios días después de la ingesta: vómitos, letargo, pérdida de apetito, dolor abdominal, disminución o ausencia de producción de orina.
3. Cebolla, ajo y comidas condimentadas con ellos
Muchas recetas navideñas usan cebolla, ajo o componentes de la familia de las alium (puerro, cebolleta, etc.). Estos ingredientes contienen compuestos tóxicos que pueden dañar los glóbulos rojos del perro, provocando anemia hemolítica.
Los síntomas pueden no aparecer de inmediato e incluir debilidad, encías pálidas, dificultad para respirar o palpitaciones. Por eso, no basta con que el alimento esté cocinado: sigue siendo peligroso.
4. Nueces, frutos secos y especialmente nueces de macadamia
Los frutos secos en general, y las nueces de macadamia en particular, están desaconsejados para los perros. Estas nueces pueden provocar problemas neurológicos, debilidad, temblores, fiebre y vómitos, incluso con dosis pequeñas.
Además, su alto contenido en grasas puede desencadenar trastornos digestivos o pancreatitis si se consumen con frecuencia o en grandes cantidades.
5. Alcohol y alimentos con alcohol (licores, postres, masas fermentadas)
Aunque parezca obvio, el alcohol es altamente peligroso para los perros. Su organismo lo procesa de forma muy diferente al humano, y el consumo (incluso en pequeñas cantidades) puede provocar depresión del sistema nervioso, vómitos, diarrea, problemas respiratorios, arritmias, e incluso coma o muerte.
Hay que tener especial cuidado con bebidas, cremas con licor, postres, masas con levadura y, en general, cualquier producto que contenga alcohol o que pueda producir fermentación en el estómago del animal.
6. Huesos cocidos o restos de comida con huesos
Ofrecer huesos cocidos o restos con huesos a un perro puede ser una grave irresponsabilidad: los huesos se astillan, pueden perforar el tracto digestivo, causar obstrucciones, heridas internas o asfixia.
Este riesgo aumenta con comidas navideñas que incluyen carnes con hueso, como aves o pavos. Es mejor descartar los restos o ofrecer alternativas seguras como juguetes masticables diseñados para perros.
7. Masa de pan cruda (y levaduras)
La masa de pan cruda con levadura supone un doble peligro: por un lado, la fermentación continúa en el estómago del perro, generando gas y alcohol; y por otro, la expansión de la masa puede causar hinchazón, dolor abdominal, y en casos graves, torsión gástrica.
Este riesgo es especialmente relevante si estás horneando dulces o pan en casa durante las fiestas y dejas restos al alcance de la mascota. Un despiste puede ser peligroso.
8. Alimentos muy grasos, especiados o ricos en salsas fuertes
Muchas comidas festivas incluyen salsas, grasas, condimentos, especias o aliños que son problemáticos para el sistema digestivo de los perros. Estas comidas pueden provocar indigestiones, vómitos, diarreas o incluso pancreatitis.
Además, los residuos de grasa, piel o restos de carne pueden contener huesos pequeños o fragmentos peligrosos. En general, es mejor evitar compartir platos humanos, y optar por comida específica para perros.
9. Xilitol (y edulcorantes artificiales)
El xilitol es un edulcorante cada vez más común en dulces, gomas, productos “sin azúcar” o dietéticos. Para los perros, el xilitol es altamente peligroso: provoca una liberación rápida de insulina, caída brusca de glucosa (hipoglucemia), daño hepático y riesgo de convulsiones.
Este peligro no solo afecta si el producto lo consumen directamente, sino si lamen restos, envases o migas. Por eso es clave revisar los ingredientes de todo dulce o producto tentador.
10. Lácteos en exceso (quesos, nata, postres lácteos)
Aunque no siempre son tan peligrosos como los anteriores, muchos perros tienen dificultad para digerir la lactosa. El consumo de lácteos —leche, nata, quesos, postres— puede provocar trastornos digestivos, diarrea, vómitos o intolerancia.
Durante la Navidad, los dulces y postres lácteos abundan: nata, turrones, salsas cremosas… Lo más prudente es evitarlos por completo, o al menos mantenerlos fuera del alcance del perro.
¿Qué hacer si tu perro ingiere algo prohibido accidentalmente?
Incluso con mucha precaución, los accidentes ocurren. Si sospechas que tu perro ha comido un alimento tóxico, es importante actuar con rapidez y sin alarmarte. Aquí te explicamos cómo proceder paso a paso:
- Retira el alimento restante: Si el alimento aún está accesible, retíralo de inmediato para evitar que consuma más cantidad o que otros animales en casa también lo hagan.
- Observa lo que ha comido y cuánto: Anota el tipo de alimento ingerido, la cantidad aproximada y a qué hora ocurrió. Esta información será crucial para que el veterinario evalúe la situación y determine el tratamiento.
- Llama al veterinario cuanto antes: Contacta de inmediato con tu clínica habitual o un servicio de urgencias veterinarias. Nunca esperes a ver si “le sienta mal”: algunas toxinas actúan silenciosamente.
- No le provoques el vómito sin indicación profesional: En algunos casos, inducir el vómito puede empeorar la situación, sobre todo si el alimento ingerido es corrosivo o contiene huesos. Siempre espera las indicaciones de un veterinario.
- Conserva envases o restos del producto: Si tienes a mano el envoltorio del alimento, la receta o los ingredientes, guárdalos para mostrárselos al profesional. Esto ayudará a identificar el riesgo con mayor precisión.
- Vigila posibles síntomas: Presta atención a signos como vómitos, temblores, letargo, diarrea, convulsiones, debilidad o dificultad para respirar. Cualquiera de estos síntomas puede ser señal de intoxicación grave y requiere atención urgente.
Cómo celebrar unas fiestas seguras para tu mascota
Para disfrutar de las fiestas sin poner en riesgo la salud de tu perro:
- Evita compartir comida humana, sobre todo lo dulce, graso, condimentado o no apto.
- Ten siempre a mano premios o snacks específicos para perros. Si quieres premiarle, mejor utiliza su comida habitual o snacks caninos formulados.
- Informa a familiares y amigos sobre los alimentos prohibidos: muchas intoxicaciones ocurren por un “pedacito” dado sin pensar.
- Mantén la comida fuera de su alcance: mesas altas, encimeras, bolsas cerradas… Muy importante con niños en casa.
- Si vas a preparar dulces o platos especiales, revisa bien ingredientes y posibles peligros antes de dejarlos al alcance de tu mascota.
Las fiestas navideñas son momentos de celebración, unión y alegría, pero también pueden suponer riesgos ocultos para nuestras mascotas. Muchos alimentos típicos de esta época son auténticamente peligrosos para los perros: chocolate, uvas, frutos secos, alcohol, masas crudas, huesos, entre otros. Conocer qué alimentos están prohibidos para perros y actuar con precaución es una muestra de amor y responsabilidad hacia ellos. Con pequeñas medidas, podemos asegurarnos de que nuestros perros disfruten de la Navidad sanos, seguros y felices.
