La artrosis es una enfermedad degenerativa frecuente en perros de todas las razas y edades donde el cartílago que recubre las articulaciones se desgasta y deja de proteger los huesos. Esta pérdida de amortiguación genera dolor, inflamación y una reducción de la flexibilidad de las articulaciones. Es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta especialmente a perros con sobrepeso o mayores.
Los primeros síntomas suelen ser sutiles: el perro cojea tras el descanso, le cuesta levantarse o muestra menos interés por caminar o jugar. Con el frío, la rigidez suele empeorar y el movimiento se vuelve más limitado. El tratamiento no busca curar la artrosis, sino controlar el dolor y mejorar la calidad de vida del animal. Para ello se combinan distintas estrategias como el manejo del peso para reducir la carga sobre las articulaciones, ejercicio moderado y adaptado, y terapias físicas como masajes o ejercicios de movilidad.
¿Quieres saber más? En este artículo, te explicamos qué es la artrosis y cómo afecta a los perros, cómo reconocer sus síntomas y causas en tu perro, la esperanza de vida de un perro con artrosis y posibles tratamientos.
¿Qué es la artrosis en perros?
La artrosis es una alteración degenerativa de evolución lenta que deteriora progresivamente el cartílago de las articulaciones. Con el paso del tiempo, este tejido pierde su capacidad de amortiguar el movimiento, lo que provoca que los huesos rocen entre sí, generando dolor, inflamación, rigidez y una reducción notable de la movilidad.
La artrosis también puede aparecer en animales jóvenes como consecuencia de traumatismos, alteraciones del desarrollo óseo o problemas articulares congénitos, como la displasia.
Causas y factores de artrosis en perros
El origen de la artrosis canina puede ser muy diverso y depender de múltiples factores como enfermedades articulares o fracturas. De hecho, diferenciamos dos tipos de artrosis en perros según sus causas:
- Artrosis canina primaria: se produce una degeneración del cartílago como consecuencia del desgaste propio de la edad. Es la artrosis típica de los perros adultos y se manifiesta en varias articulaciones.
- Artrosis canina secundaria: aparece a cualquier edad en una sola articulación. Puede deberse a traumatismos, genética, malformaciones, obesidad, otras patologías articulares o ciertas enfermedades parasitarias.
Entre las causas de la artrosis en perros destaca una edad avanzada ya que es más frecuente en perros mayores. A medida que la mascota cumple años, el cartílago sufre un desgaste natural, lo que conlleva a la la disminución de la producción de líquido sinovial contribuyen al desarrollo de la enfermedad. Dicho líquido aporta nutrientes al cartílago y el ligamento.
La displasia de cadera, displasia de codo o rotura del ligamento cruzado constituye una de las principales causas que derivan en artrosis en los perros de razas grandes. Estas alteraciones congénitas provocan una desalineación en las articulaciones, lo que incrementa la tensión sobre el cartílago y acelera su deterioro prematuro.
¿A qué edad puede aparecer la artrosis en perros?
La artrosis en perros puede manifestarse a partir de los 6 años, especialmente en razas grandes y mayores. Asimismo, algunas razas de patas cortas y cuerpos robustos, como los bulldogs o los dachshunds, presentan una predisposición genética a desarrollarla debido a su estructura anatómica.
¿Qué síntomas tiene un perro con artrosis?
Los principales síntomas de un perro con artrosis son la cojera y la rigidez de una o varias patas en distintos grados, la disminución de la actividad física por desgana y reticencia a la rutina de ejercicios, cambios en la marcha, limitación del movimiento, rigidez general y alteraciones de comportamiento debido al dolor y la intensidad.
¿Cómo detectar la artrosis en perros? Para detectar esta enfermedad es fundamental atender a los primeros síntomas. A veces, una radiografía o resonancia de la articulación de cadera y codos en perros jóvenes demuestran la presencia de artrosis en ejemplares que no manifiestan signo alguno de problemas articulares.
Los síntomas de artrosis canina son diferentes en cada perro, ya que dependen de las articulaciones afectadas y la evolución de la enfermedad. El síntoma más común en perros es la cojera y la rigidez de una o varias patas en distintos grados. Estos primeros signos son visibles cuando el perro se levanta tras una posición de reposo. A menudo, la cojera se aprecia mejor tras el ejercicio físico o actividades de alta intensidad. Otros posibles síntomas que se muestran con frecuencia, a consecuencia de la cojera y la rigidez, es la disminución de la actividad física por desgana y reticencia a la rutina de ejercicios.
Otros posibles síntomas:
- Cambios en la marcha, como correr con los pies traseros juntos.
- Limitación del movimiento, rigidez general, incapacidad para saltar y trepar.
- Alteraciones de comportamiento debido al dolor y la ansiedad.
Estos síntomas empeoran o son más visibles en ambientes fríos y húmedos, durante el ejercicio intenso o si el perro lleva una alimentación inadecuada. Es por eso que, es importante llevar una correcta alimentación para perros con el objetivo de reducir el riesgo de lesiones.También pueden ser indicativos de otras enfermedades, por lo que es fundamental realizar un buen diagnóstico.
¿Cuál es la esperanza de vida de un perro con artrosis?
La artrosis en perros ancianos es una enfermedad crónica y progresiva que continúa agravándose con el tiempo. Sin embargo, con un tratamiento adecuado, podemos ralentizar su progresión y conseguir una calidad de vida aceptable para el animal. Pero ¿cuánto vive un perro con artrosis?
Aunque afecta notablemente a su bienestar, esta enfermedad no es mortal. La esperanza de vida de un perro con artrosis puede ser tan larga como la de un perro sano. Bajo tratamiento, lo normal es que el perro con artrosis cumpla todos los años que le quedaban de vida. Aunque a partir de los siete años la artrosis suele ser peor.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de la artrosis en perros?
Para diagnosticar la artrosis en perros, debemos tener en cuenta la historia clínica del animal, su edad, episodios de obesidad, alimentación, etc. Después, pasaremos a realizar un examen físico completo donde el veterinario evaluará la movilidad y el rango de movimiento de las articulaciones, buscando signos de dolor, inflamación o rigidez. También se hará una palpación las articulaciones para valorar su respuesta al dolor, la presencia de bultos o engrosamientos y la atrofia en la musculatura.
Finalmente, suele realizarse un diagnóstico por imagen. La mejor opción es hacer una radiografía, que proporciona información sobre cambios en la estructura ósea. Con la radiografía se podrá observar si existen cambios en las articulaciones, como la pérdida de cartílago, la formación de espolones óseos y la estrechez de los espacios articulares. Si es posible, se realiza una tomografía computarizada para observar cambios óseos más complejos. Además, es recomendable utilizar otras estrategias de diagnóstico para evaluar los tejidos blandos, como la resonancia magnética.
Tratamiento para la artrosis en perros
Si ya tienes el diagnóstico, seguro que te preguntas cómo tratar la artrosis en perros para reducir el dolor y mejorar la función de las articulaciones. A día de hoy, no existe una cura para esta enfermedad, por lo que el tratamiento consiste en reducir los síntomas y retrasar el progreso de la enfermedad. Estos son los tratamientos más empleados:
- Evitar el sobrepeso: la obesidad somete a las articulaciones a un esfuerzo adicional y aumenta el proceso de inflamación. Por ello, el mejor tratamiento para la artrosis canina es alcanzar un peso ideal mediante la alimentación y el ejercicio.
- Ejercicio regular de baja intensidad: limitar el ejercicio intenso, sustituyéndolo por paseos frecuentes y tranquilos que refuercen sus músculos sin lastimar las articulaciones. También es bueno que se mantenga activo en casa, gracias al enriquecimiento ambiental. Evitar que camine sobre superficies duras.
- Alimentación terapéutica: implantar una dieta equilibrada y adecuada para su edad, con los nutrientes necesarios para reforzar sus articulaciones y conseguir una condición corporal ideal. A menudo, se incluyen suplementos como el sulfato de glucosamina, el sulfato de condroitina o ácidos grasos omega 3, aunque no existe evidencia sobre su eficacia.
- Rehabilitación: el veterinario puede recomendarte una serie de ejercicios terapéuticos para aumentar la masa muscular, mejorar la movilidad y aumentar la tolerancia al ejercicio.
- Control del dolor: para aliviar al animal, se suelen recetar antiinflamatorios no esteroideos, como el carprofeno, el meloxicam o el firocoxib. También se debe valorar la administración de analgésicos, como el paracetamol.
- Cirugía: existen tratamientos quirúrgicos que permiten retrasar el progreso de la enfermedad, como la escisión de la cabeza y el cuello femorales (FHNE) o la artrodesis. También es posible reemplazar completamente la articulación, aunque no suele hacerse en perros mayores para evitar complicaciones.
El tratamiento de la artrosis en perros depende de cada animal, las causas de su enfermedad y la evolución de la patología. Por ello, nunca debemos medicar sin la supervisión de un veterinario. Para saber cómo ayudar a un perro con artrosis, busca tu clínica MiVet más próxima, donde te recomendemos un tratamiento personalizado para que tu mejor amigo consiga una vida plena.
Preguntas frecuentes sobre la artrosis en perros
¿Cuándo debe visitarse al veterinario?
Acude ante la mínima sospecha para realizar una evaluación exhaustiva y recibir el tratamiento adecuado en caso de ser necesario.
¿Qué se le puede dar a un perro cuando tiene artrosis?
Para perros con artrosis, se puede ofrecer una dieta rica en proteínas magras, grasas saludables como aceite de pescado, frutas y verduras con antioxidantes, y carbohidratos de calidad como el arroz integral.