La disfunción de la glándula tiroides o hipotiroidismo canino es una enfermedad relativamente común. Todo comienza cuando observamos que nuestro perro está engordando y no tiene ganas de hacer nada. Poco a poco, la enfermedad progresa, pudiendo llegar a ser muy grave. Por ello, hoy te ayudamos a detectar y tratar el hipotiroidismo en perros.
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Qué es el hipotiroidismo en perros
El hipotiroidismo canino se produce debido a una destrucción gradual de la tiroides, una glándula productora de hormonas que regulan el metabolismo. Como consecuencia de su destrucción, la glándula comienza a perder su función y libera cada vez menos hormonas, causando una ralentización del metabolismo.
Esta enfermedad se manifiesta con más frecuencia en perros de mediana edad, con una edad media de aparición de 7 años, aunque puede aparecer hipotiroidismo en perros mayores y jóvenes. También es más común en ciertas razas, como el golden retriever, el pinscher o el beagle.
Causas y tipos de hipotiroidismo en perros
Según las causas de hipotiroidismo en perros, podemos diferenciar los siguientes tipos:
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Hipotiroidismo primario: es el más común. Se origina en la glándula tiroides debido a una tiroiditis, que puede ser de origen autoinmune o de causas desconocidas (idiopática). En el primer caso, el sistema inmunitario del perro ataca a la glándula tiroides, destruyéndola poco a poco.
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Hipotiroidismo secundario: se produce por una disfunción de la hipófisis, que causa una disminución de la hormona estimulante de la tiroides (TSH). Se dan pocos casos.
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Hipotiroidismo terciario: un fallo en el hipotálamo da lugar a una disminución de la hormona liberadora de tirotropina (TRH). Se dan pocos casos.
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Hipotiroidismo congénito: es una enfermedad hereditaria muy rara que se debe a defectos en la síntesis de hormonas tiroideas, TSH o TRH, o bien, a problemas en el metabolismo del yodo. Causa anormalidades en el desarrollo del cachorro.
Síntomas de hipotiroidismo en perros
Los síntomas de hipotiroidismo canino aparecen de manera progresiva. Al inicio de la enfermedad, son leves o, incluso, inexistentes. Posteriormente, a medida que la enfermedad evoluciona, aparecen síntomas más visibles y graves. Estos son los principales:
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Ganancia de peso y/u obesidad
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Debilidad
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Intolerancia al ejercicio
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Pérdida de pelo, sobre todo en el rabo y el cuello
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Pelo graso o seco
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Oscurecimiento de la piel
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Dificultades de movilidad
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Falta de reflejos
Diagnóstico de hipotiroidismo en perros
El diagnóstico de hipotiroidismo comienza con la revisión del historial del animal y una entrevista con su tutor. Después, se procede a realizar una exploración física en busca de anormalidades cardiovasculares, alteraciones en la marcha y los reflejos, etc. También se lleva a cabo un análisis de sangre, que nos ayudará a detectar si existe hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, anemia leve, baja concentración de sodio, etc.
Para finalizar, se comprueba el diagnóstico mediante una serie de test que certifican si el funcionamiento de la tiroides es anormal. Los más utilizados son los que miden:
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Concentración de tiroxina total (T4)
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Concentración de tiroxina libre (fT4)
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Concentración de hormona estimulante de la tiroides (TSH)
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Anticuerpos contra tiroxina
Si el animal presenta signos clínicos, la concentración de tiroxina es baja y la de TSH es elevada, el diagnóstico es casi seguro. Sin embargo, es muy recomendable realizar más pruebas para descartar otras enfermedades que pueden inhibir o influir en la función de la glándula tiroides.
Tratamiento para el hipotiroidismo en perros
Hoy día, la levotiroxina es el fármaco más utilizado para el tratamiento del hipotiroidismo en perros. Con su administración, la mayor parte de los signos clínicos desaparecen en solo 4-6 semanas. Los signos dermatológicos, por su parte, pueden persistir durante varios meses.
La dosis recomendada es de unos 0,02 mg/kg al día, aunque depende del tamaño del animal, las enfermedades que padezca y otra serie de criterios. Además, debemos tener en cuenta que la dosis necesaria puede variar en función de la respuesta del animal al fármaco. Por ello, es necesario que esté monitorizado por un profesional durante el tiempo que considere.
Si el perro está en una situación muy grave, como es el caso de un mixedema, puede ser necesario tomar otras medidas, como la terapia de fluidos. Por este motivo, es muy importante no automedicar al animal. Si detectas cualquier síntoma de hipotiroidismo en tu perro, ven a tu clínica Mivet más próxima, donde profesionales especializados te recomendarán el mejor tratamiento para tu mejor amigo.
Dieta para perros con hipotiroidismo
Un perro con hipotiroidismo tiene un metabolismo mucho más lento que un perro sano. Por ello, es recomendable darle un pienso especial, tanto para evitar que engorde como para favorecer su recuperación.
Lo más importante es que sea un alimento de calidad y adecuado para él, para su especie, su tamaño y su edad. Los piensos de baja calidad solo empeoran la enfermedad. Por tanto, su dieta debe ser rica en proteínas de origen animal, con carbohidratos de fácil digestión, como los de las legumbres. Además, es importante que tenga pequeñas cantidades de vegetales para asegurar un buen aporte de fibra, vitaminas y minerales.
Hoy día, no existen piensos comerciales específicos para perros con hipertiroidismo. Por ello, lo más recomendable es que consultes con tu veterinario para que te recomiende la mejor dieta según las características de tu perro. Además, es probable que te recete algunos suplementos alimenticios.
Cómo cuidar a un perro con hipotiroidismo
El mejor cuidado para un perro con hipotiroidismo es darle cariño, aportarle un alimento de calidad y asegurar su bienestar. Con un buen tratamiento y monitorización, la mayor parte de los perros con esta enfermedad se recuperan completamente. En solo 1-2 semanas, el animal comienza a perder peso y se muestra más activo y alegre.
Una excepción son los casos de hipotiroidismo congénito o cuando aparecen signos clínicos más graves, como el mixedema. En estos casos, lo más recomendable es que sigas las indicaciones de tu veterinario.
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Fuentes:
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Mooney, C. T. (2011). Canine hypothyroidism: a review of aetiology and diagnosis. New Zealand Veterinary Journal, 59(3), 105-114.
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Panciera, D. (2013). Hypothyroidism in dogs. Clinical Endocrinology of Companion Animals, 263-272.