Un caso de Lipoma en MiVet:

Motivo de consulta: Extirpación de lipomas en el carpo derecho.

Historia y anamnesis: Max, un perro mestizo de 8 años, fue llevado a la clínica veterinaria por su dueña, la Sra. Gómez. Ella notó la aparición gradual de algunas masas blandas en el carpo derecho de Max durante el último año. Recientemente han aumentado de tamaño, causándole molestias e irritación a Max cuando apoya esa pata.

Exploración física: En el examen físico general, Max se encontraba alerta, con buen estado de hidratación y nutrición. Al inspeccionar el carpo derecho, se palparon múltiples masas subcutáneas de consistencia blanda, no dolorosas, de aproximadamente 2-3 cm de diámetro cada una, sugerentes de lipomas. No había signos inflamatorios locales.

Plan diagnóstico: Se realizó una citología por aspiración con aguja fina de una de las masas. El análisis citológico confirmó la presencia de células grasas, compatible con lipomas.

Diagnóstico: Lipomatosis múltiple en el carpo derecho.

Plan de tratamiento: Se recomendó la extirpación quirúrgica de los lipomas para aliviar las molestias y prevenir ulceraciones. Max fue hospitalizado y se le realizó la cirugía bajo anestesia general. Se extrajeron 5 lipomas del carpo derecho mediante una incisión cutánea. La herida quirúrgica se suturó y Max se recuperó sin complicaciones.

Se prescribió antibiótico Synulox y antiinflamatorio Metacam por 5 días para prevenir infección y control del dolor post-quirúrgico. Además se indicó limpieza local con clavaseptin y continuar con Carprox para manejo del dolor en casa. Se recomendó revisiones periódicas para monitorizar la zona.

Los lipomas son masas grasas benignas comunes en perros, especialmente en razas mayores de 7 años. Suelen desarrollarse en el tejido subcutáneo en áreas como el pecho, extremidades y abdomen. Los dueños notan estos nódulos blandos al acariciar a sus mascotas.

Por lo general los lipomas no causan síntomas, pero pueden volverse problemáticos si crecen en áreas como las axilas o ingles, donde rozan y generan irritación en la piel. Ocasionalmente, se desarrollan en tejidos profundos, como músculos y cavidad abdominal, comprimiendo órganos. Esto provoca síntomas relacionados con el órgano afectado.

El veterinario confirmará el diagnóstico de lipoma mediante citología con aspiración por aguja fina. Se inserta una aguja delgada en el nódulo para extraer células y analizarlas. Si contienen solo células grasas, se confirma el lipoma. También se pueden hacer biopsias quirúrgicas.

Usualmente, los lipomas no requieren tratamiento, pero si causan molestias o crecen rápido se recomienda extirparlos quirúrgicamente. Esto se realiza bajo anestesia general. Mientras más grande sea el lipoma, mayor será la cirugía y la cicatriz resultante. En perros añosos se evalúa cuidadosamente la necesidad de cirugía considerando los riesgos.

En resumen, los lipomas son tumores benignos frecuentes en perros añosos. El diagnóstico se realiza por citología y si requieren tratamiento se extirpan quirúrgicamente, especialmente cuando son grandes o causan síntomas.