Cuidados

¿Por qué mi gato no come?

Publicado el 13/11/2025

¿Por qué mi gato no come?

Cuando descubres que mi gato no come, lo primero que se te viene a la mente es: “¿qué le pasa a mi compañero felino?” Puede ser algo tan sencillo como un cambio de pienso o tan serio como una enfermedad subyacente.

En este artículo abordaremos por qué tu gato puede dejar de comer, cómo puedes actuar desde casa, cuándo es urgente ir al veterinario, cómo se diagnostica esta pérdida de apetito y qué tratamiento puede requerir.

¿Por qué mi gato no come? Causas de la inapetencia

Mi gato no come porque algo está modificando su apetito: puede deberse a un cambio en el entorno, al tipo de alimento, o a un problema de salud que reduce su interés por la comida. A continuación te explicamos las principales causas para actuar con rapidez y evitar complicaciones.

  • Cambio de comida o dieta poco atractiva: Si tu gato huele la comida pero no come, puede que la textura, el sabor o la temperatura del pienso o comida húmeda no sean de su agrado. Los gatos son muy sensibles a pequeños cambios en lo que comen.
  • Problemas bucales o dolor al masticar: Un gato que no come pienso puede estar sufriendo de gingivitis, dientes rotos o úlceras orales. Este dolor hace que prefiera abstenerse de comer.
  • Estrés o cambios en el ambiente: Si tu gato no come pienso o solo bebe agua, podría estar reaccionando a una mudanza, a la llegada de otro animal, o a una alteración de su rutina habitual.
  • Enfermedades sistémicas: Cuando mi gato tiene insuficiencia renal y no come, o mi gato no come ni bebe, puede estar siendo un síntoma de cálculos renales, insuficiencia hepática, infección o problema digestivo grave.
  • Obstrucciones digestivas o vómitos: Si además de que mi gato no come vomita o vomita agua y no come, existe el riesgo de que haya un cuerpo extraño, bolas de pelo compactadas u otro problema gastrointestinal que le impide alimentarse.
  • Preferencias alimentarias extremas o anorexia felina: Algunos gatos pueden pedir comida pero no comer o solo aceptar comida húmeda y rechazar el pienso (mi gato no come pienso solo comida húmeda). Esta actitud puede derivar en anorexia felina si se prolonga.

¿Qué hacer cuando un gato no quiere comer?

Cuando tu gato no quiere comer, conviene actuar con calma pero decisión, y seguir estas pautas para manejar la situación:

  • Evalúa el entorno de alimentación: Asegúrate de que su plato esté en un lugar tranquilo, sin ruidos, sin arena cerca ni al lado del bebedero. A veces el motivo por el que mi gato no come pienso es puramente ambiental.
  • Ofrece alternativas suaves: Prueba con comida húmeda para gatos ligeramente tibia, mezcla un poco con el pienso habitual o añade caldo bajo en sal para ver si el olfato estimula el apetito.
  • Evita cambios bruscos: Si recientemente cambiaste el alimento, puede que tu gato rechace el nuevo. Introduce el cambio en 7-10 días mezclando el alimento viejo y el nuevo gradualmente.
  • Reduce factores de estrés: Comprueba si ha habido cambios recientes en tu hogar, nuevos miembros de la familia, llegada de otro gato o una reforma. Proporciónale espacios de calma y refugio
  • Monitorea líquidos y signos asociados: Si mi gato no come solo bebe agua, o mi gato no come ni bebe ni se mueve, estás ante un motivo de más atención. Asegúrate de que bebe y observar otros síntomas.
  • Registra lo que sucede: Anota desde cuándo dejó de comer, qué come o no, qué síntomas adicionales presenta (vómitos, diarrea, decaimiento). Esta información será muy útil para el veterinario.

Si tras 24-48 horas sigue sin comer o aparecen otros signos como vómitos, letargo, dificultades para beber o respiración alterada (mi gato respira mal y no come), no esperes más para ir al veterinario.

mi gato no come

¿Cuándo ir al veterinario?

Aunque una breve falta de apetito puede no ser alarmante, hay situaciones en las que dejar pasar el tiempo puede poner en riesgo la salud e incluso la vida de tu gato. Los felinos son animales muy sensibles, y su organismo reacciona de forma rápida ante la falta de alimento. Si tu gato no come, es importante observarle con atención y saber en qué momento la visita al veterinario se vuelve urgente.

Estas son las señales más claras de que debes acudir cuanto antes a una clínica veterinaria:

  • Si mi gato no come ni bebe durante más de 24 horas: el metabolismo felino no tolera largos periodos de ayuno. Tras un solo día sin comer, el hígado comienza a acumular grasa y puede aparecer una enfermedad grave llamada lipidosis hepática felina, especialmente peligrosa en gatos con sobrepeso.
  • Si mi gato no come y vomita, o mi gato vomita y no come: la combinación de vómitos y falta de apetito suele indicar un problema digestivo, una obstrucción intestinal o una intoxicación. Si los vómitos son frecuentes o con espuma o líquido amarillento, necesita valoración inmediata para evitar deshidratación y daño orgánico.
  • Si mi gato no come ni bebe ni se mueve y está decaído: un gato que no se levanta, duerme todo el día y no muestra interés por su entorno puede estar sufriendo una infección, fiebre, anemia o un fallo multiorgánico. Este cuadro siempre requiere atención urgente.
  • Si mi gato respira mal y no come o presenta babeo excesivo: la dificultad respiratoria, el jadeo o el babeo pueden estar relacionados con una obstrucción en la boca o garganta, una enfermedad respiratoria o incluso un problema cardíaco. En estos casos, no se debe intentar alimentar al gato en casa: necesita revisión veterinaria inmediata.
  • Si tu gato tiene enfermedades crónicas y deja de comer: en gatos con insuficiencia renal, diabetes o problemas hepáticos, la inapetencia puede ser un signo de descompensación grave. No esperes a que se recupere solo: acude al veterinario para ajustar el tratamiento o valorar una hospitalización.

¿Cómo se diagnostica la inapetencia?

Para determinar por qué tu gato no come, el veterinario realizará una evaluación completa que combina observación clínica, pruebas diagnósticas y análisis del entorno.  Estos son los pasos más habituales que seguimos en clínica:

  • Historia clínica detallada: se recopila información sobre cuándo empezó la falta de apetito, si el gato ha vomitado, perdido peso o mostrado cambios de comportamiento. También se revisan antecedentes médicos, dieta, entorno y posibles factores de estrés.
  • Examen físico completo: el veterinario examina la boca (dientes, encías, lengua y paladar), palpa el abdomen para detectar dolor o masas, y evalúa la temperatura, hidratación y estado general. Esto ayuda a descartar causas locales como infecciones bucales o molestias digestivas.
  • Pruebas complementarias: si se sospecha una enfermedad interna, se realizan análisis de sangre y orina para comprobar el funcionamiento del hígado, los riñones o el páncreas. También pueden hacerse radiografías o ecografías abdominales para buscar obstrucciones, inflamaciones o cuerpos extraños. En casos complejos, se recurre a endoscopia o análisis más específicos.
  • Exclusión de causas menores: si todo parece normal, se considera que la pérdida de apetito puede deberse a factores ambientales, cambios en la dieta o estrés. En estos casos, el veterinario te orientará sobre cómo ajustar la alimentación o el entorno del gato.

mi gato no come

El tratamiento si tu gato no come

El tratamiento dependerá de la causa subyacente que se identifique, y en las clínicas MiVet lo abordamos de forma integral:

  • Tratamiento de la causa base: si se detecta enfermedad renal, hepática, dental o digestiva, se aplicará la correspondiente terapia — dieta renal, cirugía dental, endoscopia, medicamentos.
  • Estímulo del apetito: ofrecer alimentos húmedos, calentar ligeramente la comida, incorporar dietas palatables o fórmulas específicas para felinos inapetentes.
  • Hidratación y soporte nutricional: en casos severos puede requerirse fluidoterapia o nutrición asistida para evitar que la falta de ingesta derive en lipidosis hepática.
  • Control del entorno: minimizar el estrés, asegurar un lugar tranquilo para comer, mantener la rutina de alimentación, disminuir estímulos negativos.
  • Seguimiento clínico: revaluaciones periódicas para comprobar evolución, ajustar dieta, controlar peso y función orgánica.

El objetivo es que tu gato vuelva a comer con gusto, se sienta bien y recupere sus hábitos, siempre bajo la supervisión de un veterinario.

La situación “mi gato no come” no debe ser ignorada. Puede tratarse de un simple cambio de comida o de un signo temprano de enfermedad que requiere atención. En MiVet estamos aquí para ayudarte a actuar con rapidez, eficacia y calma. Evaluamos, diagnosticamos y acompañamos contigo cada paso hacia la recuperación de tu compañero felino.

newsletter

Suscríbete a nuestra Newsletter