
En los últimos años, el concepto One Health (Una Sola Salud) ha cobrado una gran relevancia tanto en el ámbito veterinario como en la salud pública. Pero, ¿qué es realmente One Health y por qué es tan importante comprenderlo en un mundo cada vez más interconectado? En este artículo te explicamos en qué consiste este enfoque, cómo se relaciona con el bienestar animal y por qué los veterinarios y los tutores de mascotas juegan un papel fundamental.
¿Qué es One Health?
One Health es un enfoque colaborativo, multisectorial y transdisciplinar que reconoce la interdependencia entre la salud humana, la salud animal y la salud del medio ambiente. La idea no es nueva: ya a comienzos del siglo XX se hablaba de la conexión entre la medicina humana y veterinaria. Sin embargo, el término One Health se consolidó a principios de los años 2000 para dar respuesta a desafíos sanitarios globales como las pandemias, el cambio climático o la resistencia a los antimicrobianos.
La base de One Health es clara: no podemos proteger la salud de las personas sin cuidar la de los animales y del entorno en el que todos convivimos. Este enfoque se ha hecho especialmente visible tras la pandemia de COVID-19, donde el origen zoonótico del virus (transmitido de animales a humanos) evidenció la necesidad de un modelo de salud más integrado.
El impacto del bienestar animal en la salud global
Uno de los pilares del enfoque One Health es el bienestar animal, un concepto que va más allá del simple cuidado de nuestras mascotas. Se trata de garantizar que todos los animales, domésticos y de producción, vivan en condiciones que respeten sus necesidades físicas y emocionales. Esto no solo es un deber ético, sino también una cuestión de salud pública.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), más del 60% de las enfermedades infecciosas humanas conocidas tienen origen animal, y el 75% de las enfermedades emergentes son zoonosis. Es decir, enfermedades que se transmiten entre animales y personas. Cuando los animales no están bien cuidados, estresados o hacinados, su sistema inmune se debilita, aumentando el riesgo de infecciones que pueden saltar a los humanos.
Por ejemplo, el uso intensivo de antibióticos en la ganadería ha contribuido a la aparición de bacterias resistentes que pueden transmitirse a través de la cadena alimentaria. Otras enfermedades como la rabia, la brucelosis o la gripe aviar también ilustran el papel clave que juega la salud animal en la salud global.
El papel de los veterinarios en el enfoque One Health
Los veterinarios son actores clave dentro del enfoque One Health. Su conocimiento sobre enfermedades zoonóticas, epidemiología, bioseguridad y bienestar animal los convierte en aliados esenciales para prevenir y controlar brotes epidémicos, especialmente en animales de compañía y de producción.
Además, su labor diaria en clínicas veterinarias, granjas y laboratorios permite detectar de forma temprana posibles riesgos sanitarios. Pese a ello, su participación en políticas de salud pública ha sido históricamente limitada. Promover su integración en los sistemas de salud humana es uno de los grandes retos de One Health.
¿Cómo aplicar One Health desde la clínica veterinaria?
Desde MiVet, creemos que todos los centros veterinarios pueden integrar el enfoque One Health en su día a día. Aquí te mostramos algunas acciones prácticas:
- Vacunación preventiva: protege no solo a los animales, sino también a las personas frente a enfermedades zoonóticas como la rabia o la leptospirosis.
- Desparasitación interna y externa: fundamental para evitar la transmisión de parásitos como tenias, lombrices, pulgas y garrapatas que pueden afectar también a los humanos.
- Control de vectores: como mosquitos y flebótomos, especialmente importante en zonas donde hay riesgo de enfermedades como la leishmaniosis.
- Promoción del uso responsable de antibióticos: explicar al tutor la importancia de no automedicar a las mascotas y seguir siempre las pautas del veterinario.
- Educación al tutor: informar sobre hábitos de higiene, manipulación de heces, contacto con fauna silvestre o alimentación segura para prevenir enfermedades transmitidas por alimentos crudos.
- Colaboración con médicos y profesionales de la salud: participar en campañas conjuntas de prevención, especialmente en entornos urbanos.
- Participación en programas de vigilancia epidemiológica: desde el seguimiento de brotes locales hasta el reporte de enfermedades emergentes.
- Protocolos de bienestar animal: aplicar prácticas clínicas que reduzcan el estrés y el dolor, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Estas acciones, además de beneficiar directamente a los animales, tienen un impacto real en la salud pública y ambiental.
Formación y cooperación interdisciplinar
Una de las claves para el éxito de One Health es la formación interdisciplinar. Incluir esta visión en los planes de estudio de veterinaria, medicina, biología o ciencias ambientales permitiría crear profesionales más preparados para afrontar los retos sanitarios actuales.
Igualmente, son necesarias más iniciativas de cooperación entre instituciones, gobiernos, clínicas y centros de investigación. Publicaciones científicas, congresos, comités interdisciplinares y proyectos colaborativos son fundamentales para hacer realidad este enfoque.
¿Y qué papel juegan los tutores de mascotas?
Si tienes un perro, un gato, un conejo o cualquier otro animal de compañía, tú también formas parte de esta red de salud compartida. El contacto cercano entre humanos y mascotas requiere de responsabilidad en el cuidado, la vacunación, la higiene y el manejo veterinario adecuado.
Las zoonosis pueden transmitirse en ambos sentidos (de animales a humanos y viceversa). Por eso, es esencial acudir regularmente al veterinario, mantener desparasitaciones al día y estar atentos a cualquier signo de enfermedad. Además, fomentar el bienestar de nuestras mascotas mejora su calidad de vida y también fortalece nuestra relación con ellas.
Cambio climático y nuevas amenazas sanitarias
El cambio climático, la deforestación y la pérdida de biodiversidad están modificando la distribución geográfica de muchas especies y vectores de enfermedades como los mosquitos y las garrapatas. Esto favorece la aparición de enfermedades en zonas donde antes no existían, como el dengue, la leishmaniosis o la fiebre del Nilo Occidental.
A su vez, la contaminación del agua y el uso indiscriminado de antibióticos en animales también contribuyen a la resistencia antimicrobiana, una de las mayores amenazas para la salud humana y animal en las próximas décadas.
El agua: un factor olvidado pero esencial
Dentro del enfoque One Health, el agua juega un papel crucial. La contaminación de ríos, lagos y acuíferos con residuos orgánicos, antibióticos o bacterias resistentes puede tener efectos devastadores para animales, personas y cultivos. Las plantas de tratamiento de aguas residuales deben ser mejoradas para detectar y controlar estos riesgos. El agua contaminada no solo afecta al medio ambiente, sino que puede actuar como vehículo de enfermedades infecciosas.
One Health no es solo una teoría, es una necesidad. En un mundo en constante cambio, donde las personas, los animales y el medio ambiente están estrechamente interconectados, proteger la salud de unos es proteger la salud de todos.
Desde MiVet queremos ser parte activa de este movimiento. Apostamos por un modelo de salud más sostenible, colaborativo y preventivo, en el que el bienestar animal no sea una opción, sino un pilar fundamental. Porque cuidar a nuestros animales es también cuidarnos a nosotros mismos y al planeta que compartimos.

















