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¿Por qué los animales se asustan con la pirotecnia? Consejos para calmarlos estas navidades

Publicado el 23/12/2025

¿Por qué los animales se asustan con la pirotecnia? Consejos para calmarlos estas navidades

¿Por qué los animales se asustan con la pirotecnia? Esta es una pregunta que cada vez preocupa más a quienes comparten su vida con mascotas. Aunque los fuegos artificiales y petardos suelen ser sinónimo de celebración para las personas, para muchos animales representan una experiencia aterradora. Su sensibilidad auditiva y la imprevisibilidad del ruido convierten la pirotecnia en una fuente de estrés real. Conocer las causas de este miedo y aprender a actuar ante él es fundamental para proteger su bienestar durante las fiestas.

¿Por qué la pirotecnia asusta a las mascotas?

Es fundamental entender por qué fuegos artificiales, petardos y otros ruidos fuertes causan tanto malestar a los animales. La clave está en su sensibilidad sensorial, su forma de procesar los estímulos y sus instintos naturales de autoprotección. Comprender esto nos permite empatizar y actuar con responsabilidad durante las festividades.

Sensibilidad auditiva sobresaliente

Los perros y gatos tienen un oído muchísimo más desarrollado que el nuestro. Mientras que los humanos escuchamos en un rango aproximado de 20 Hz a 20 kHz, los perros pueden percibir sonidos a frecuencias mucho más altas y además con una sensibilidad superior al volumen. 

Esto hace que los estruendos, explosiones o silbidos de la pirotecnia suenen para ellos como ruidos ensordecedores, dolorosos o incluso peligrosos. Por eso, lo que para nosotros es un “boom” pasajero, para ellos puede sentirse como una amenaza directa.

Ruido impredecible y estímulos simultáneos

La pirotecnia combina varios factores: sonidos fuertes, destellos de luz, olor a pólvora, vibraciones en el suelo… Y todo ello en momentos imprevisibles. Esta combinación resulta confusa y aterradora para un animal, que no entiende de dónde viene el peligro. 

La imprevisibilidad también impide que puedan acostumbrarse o anticipar el ruido, lo que dispara su instinto de “huida o defensa”. Además, al no poder identificar la fuente del ruido, su ansiedad aumenta, al no saber si están en un entorno seguro o deben escapar.

Instinto de defensa y fobia al ruido

Para muchos animales, el ruido intenso y desconocido activa una respuesta instintiva de miedo, estrés o incluso pánico: el famoso “fight, flight or freeze” (pelea, huida o paralización). 

En algunos casos, con exposiciones repetidas a ruidos fuertes, pueden desarrollarse fobias al ruido: su reacción puede intensificarse con cada evento ruidoso, incluso ante estímulos menores. Esto puede desencadenar comportamientos extremos como esconderse, romper objetos, temblores, salivación excesiva, taquicardia e incluso intentos de fuga.

¿Por qué los animales se asustan con la pirotecnia?

¿Cómo identificar que tu mascota está sufriendo por el ruido?

Muchas veces no basta con ver que se esconde: el estrés por pirotecnia puede manifestarse de formas variadas, algunas evidentes y otras más sutiles. Reconocer los signos de ansiedad permite intervenir a tiempo y evitar que el miedo escale a una fobia grave.

Cuando un animal sufre a causa del ruido, puedes observar:

  • Temblor, jadeos excesivos, respiración agitada. Estos son signos fisiológicos típicos del estrés agudo. El cuerpo del animal se activa como si estuviera en peligro inminente, incluso aunque se encuentre en un entorno seguro.
  • Intentos de esconderse, huir o correr. El instinto de supervivencia les impulsa a buscar un refugio. Algunos animales pueden escapar por ventanas, saltar vallas o huir sin rumbo, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
  • Vocalizaciones de miedo: ladridos, maullidos, gemidos. Estas vocalizaciones expresan malestar emocional. Si tu mascota «habla» más de lo habitual durante los fuegos artificiales, probablemente está intentando comunicar su angustia.
  • Agitación, deambulación nerviosa, inquietud. Paseos constantes por la casa, imposibilidad para relajarse o mirar fijamente hacia las ventanas son señales claras de que tu mascota no logra calmarse.
  • Micción o defecación involuntarias. Cuando el miedo es extremo, los animales pueden perder el control de esfínteres. Esto no es una desobediencia, sino una reacción incontrolable del sistema nervioso ante una amenaza percibida. Se trata de un síntoma de estrés agudo.

Estos signos indican ansiedad y miedo real, no son “caprichos”, por lo que requieren atención inmediata, comprensión y medidas preventivas para proteger su salud física y emocional.

¿Por qué los animales se asustan con la pirotecnia?

Consejos para mantener a tu mascota segura y tranquila

Aunque no podemos controlar los fuegos artificiales en la calle, sí podemos preparar el entorno en casa para que nuestras mascotas atraviesen esos momentos con el menor impacto posible. Con planificación y pequeñas adaptaciones, podemos transformar una noche ruidosa en una experiencia mucho más llevadera para ellos.

Crea un refugio seguro en casa

Antes del estruendo, prepara un espacio tranquilo, interior y lo más aislado posible. Puede ser una habitación interior sin ventanas, con las persianas bajadas y lejos del ruido exterior. Pon su cama, mantas, juguetes y deja agua a mano.

A muchos animales les ayuda tener una “cueva” donde refugiarse, como una caja con mantas o debajo de una mesa cubierta. Cuanto más familiar y cómodo sea el entorno, mejor podrá gestionar su ansiedad.

Enmascara el ruido

Reproduce música suave, ruido blanco o sonidos relajantes; cierra ventanas y puertas; baja cortinas; baja la intensidad luminosa. Todo esto ayuda a amortiguar los estímulos externos (ruido, luces y destellos) y aporta sensación de seguridad.

Hay listas de reproducción específicas para mascotas disponibles en plataformas de música, que utilizan frecuencias pensadas para relajar. Cuanto más constante sea ese sonido de fondo, más ayuda ofrecerá.

Distracciones positivas

Ofrece juguetes interactivos, comida en forma de premios, juegos tranquilos o actividades de olfato. Estas distracciones pueden ayudar a desviar la atención del estímulo estresante y reducir el estado de alerta del animal.

Los juguetes para perros tipo “Kong” rellenos o las alfombras olfativas son herramientas ideales. Mantener al animal ocupado mentalmente puede reducir el impacto emocional del entorno.

Mantén la calma, tú eres su referente

Los animales perciben nuestras emociones. Si tú estás nervioso, tu mascota lo percibirá como una amenaza. Habla con voz calmada, acompáñale si lo necesita, pero sin transmitir inquietud. Evita sobreprotegerlo o forzarlo a salir de su escondite. Deja que sea él quien decida cuándo buscar tu compañía, reforzando así su sensación de autonomía y control.

Anticipación y desensibilización (a largo plazo)

Si sabes que se acercan fiestas con pirotecnia, puedes preparar a tu mascota conociendo su sensibilidad al ruido. Una estrategia es exponerla de forma progresiva y controlada a sonidos similares (volumen bajo, en momentos tranquilos, combinando con juegos o premios) para que asocie esos sonidos a experiencias positivas.

Este proceso debe iniciarse con semanas o meses de antelación y se conoce como desensibilización. Consulta con un veterinario para establecer un plan efectivo y adaptado a tu mascota.

Seguridad física y prevención de escapes

Durante las celebraciones, asegúrate de que tu mascota esté identificada (microchip, placa), con correa firme o arnés, y no sueltes pasear ni la dejes en espacios donde pueda escaparse si se asusta.

Muchos animales se pierden huyendo del ruido, incluso rompen mosquiteras, saltan vallas o cruzan carreteras. Una medida preventiva puede ser reforzar puertas y ventanas o usar doble correa si se sale a la calle.

¿Y si el miedo es extremo o persistente?

En algunos casos, las estrategias anteriores no bastan, especialmente si el animal ha desarrollado una fobia real o sufre estrés severo.

Consulta con un profesional

Si ves que tu mascota sufre ansiedad intensa, intenta huir constantemente, tiene taquicardia, temblores, salivación excesiva o comportamientos destructivos, lo mejor es consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento animal. Podría necesitar medicación puntual, terapia conductual o un plan específico de desensibilización.

Alternativas menos traumáticas

En algunas ciudades ya se utilizan fuegos artificiales silenciosos o de bajo impacto acústico, pensados para minimizar el estrés en personas vulnerables y animales. Cuando sea posible, considera apoyar estas opciones. Algunos eventos optan por espectáculos lumínicos sin ruido o con control de volumen para reducir el impacto.

La pirotecnia puede ser una celebración alegre para nosotros, pero para muchos animales domésticos representa una fuente real de miedo, estrés e incluso daño auditivo. Su sensibilidad al ruido, combinada con lo impredecible de los petardos, activa en ellos reacciones instintivas de huida o pánico. Como cuidadores responsables, depende de nosotros anticiparnos, protegerlos con entornos tranquilos, refugios seguros y distracciones, y actuar con calma y empatía. Así, podemos disfrutar de las fiestas sin comprometer su bienestar y ayudar a que nuestras mascotas también celebren en paz y con seguridad.