El pequeño perro de coton de Tuléar, procedente de la isla de Madagascar, se trasladó hasta Francia y, desde allí, llegó a hogares de todo el mundo, siendo apreciado como perro de compañía gracias a su carácter excepcional. Sigue leyendo para conocer todas las características del coton de Tuléar.
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Características físicas del coton de Tuléar
Son perros de talla pequeña, que no superan los 5-6 kg, siendo las hembras un poco más pequeñas. La cabeza es corta y, si se observa desde arriba, tiene forma triangular. De frente, el cráneo es ligeramente abombado. El stop está poco acentuado y el hocico es recto y los labios finos y estirados. La mordida es en tijera. La trufa es negra o castaña. Los ojos son redondos, oscuros y se disponen bien separados. Su expresión es alerta y denota inteligencia y viveza. Las orejas son colgantes, cubiertas de pelo y de forma triangular. Se insertan altas y se extienden hasta la comisura de los labios.
El cuello está musculado y ligeramente arqueado. Carece de papada. El cuerpo es más largo que alto. La cruz está poco acentuada y el lomo es firme y musculado. La grupa es oblicua y corta. El pecho está bien desarrollado y las costillas se disponen arqueadas. El vientre se presenta recogido. Los pies son pequeños y redondos, de dedos bien juntos y arqueados. La cola es de inserción baja. Durante el movimiento, la lleva encorvada por encima de la espalda.
En el coton de Tuléar destaca su pelaje blanco, suelto, suave y largo. Puede estar ligeramente ondulado y es denso y abundante. Su tacto algodonoso es el origen de su nombre. Es blanco, pero en las orejas se aceptan pelos grises o rojo roano.
Carácter del coton de Tuléar
Estamos ante una raza de perros de temperamento alegre y equilibrado. Son muy sociables tanto con las personas como con otros perros, por lo que resultan aptos para la convivencia en hogares de todo tipo. Se muestran muy apegados a sus cuidadores y demandan su atención, por lo que el coton de Tuléar no se recomienda para personas que pasan poco tiempo en casa. La falta de atenciones puede causarles estrés al punto de manifestarlo como alteraciones en su conducta.
Pueden ser muy buenos compañeros para los niños, gracias a su dulzura, tranquilidad, afectuosidad y, en general, a su buen carácter. Aunque visualmente parecen peluches, no son perros falderos. Su reducida talla esconde un auténtico perro guardián, siempre alerta. No hay que descuidar su educación. Son inteligentes y muy capaces de convertirse en buenos alumnos.
Cuidados del coton de Tuléar
El coton de Tuléar puede mantenerse en un apartamento. Básicamente, requiere que lo saquemos a pasear varias veces al día, juguemos con él aunque sea en el interior del hogar y le proporcionemos a su pelaje todos los cuidados que necesita. En las Clínicas Veterinarias Mivet te asesorarán sobre las atenciones y los productos que necesita tu coton de Tuléar para mantener un manto lustroso y evitar que pierda el color blanco que lo caracteriza. Además, se encargarán de darte las pautas para el cuidado de su salud tanto a nivel físico como psicológico.
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