La raza kishu inu o kishu ken es una de las procedentes de Japón, en concreto de Kishu, de donde toma su nombre. Es una raza muy antigua y de origen desconocido. Son perros que se utilizaban para la caza, aunque en la actualidad se han hecho un hueco en los hogares como compañía. La Segunda Guerra Mundial tuvo un gran impacto en su población. Todavía en la actualidad está recuperándose el número de ejemplares, pero sigue siendo una raza prácticamente desconocida fuera de su Japón natal.
Sigue leyendo para descubrir todas las características del kishu inu, así como sus cuidados principales.
{{cta(‘8a97fc1d-4560-4368-8e18-dac1db52ae5f’)}}
Características del kishu inu
Estamos ante perros de tamaño mediano, bien proporcionados, de líneas elegantes, compactos, musculados y de patas fuertes. Su peso es de unos 15-20 kg. La cabeza tiene forma de cuña y dispone de un hocico grueso y alargado, que se estrecha hacia una trufa habitualmente de color negro. Los ojos son triangulares y de color oscuro. Las orejas las llevan erguidas y orientadas hacia adelante. Son también de forma triangular y de tamaño pequeño.
La cola, que es gruesa, se presenta enroscada o en forma de hoz sobre la grupa. El manto posee dos capas. El pelo que conforma la externa es duro y más largo en cola y mejillas. En cambio, la capa interna consiste en una lanilla suave y densa. En la actualidad solo se admiten ejemplares unicolores, que pueden ser blancos, sésamo o rojos.
Carácter del kishu inu
Destaca en los perros kishu inu su nobleza y su carácter amistoso, aunque, al principio, pueden mostrar reservas ante personas que no conocen, con las que serán cautos y tímidos. Esto ayuda a que funcionen como perros guardianes. De todas formas, puede mejorarse esta faceta de su personalidad proporcionándoles una buena socialización. En cualquier caso, en el hogar resultan compañeros fieles, dóciles y espabilados. Acostumbran a mantenerse en alerta permanente.
También son activos, inteligentes y equilibrados. Pueden convivir en familias con niños, con los que pasarán buenos ratos de juego, y se han adaptado a la vida en las ciudades. Con sus cuidadores suelen ser muy cariñosos y no les gusta quedarse solos. En cuanto a su capacidad de aprendizaje, son perros con cualidades para el entrenamiento, pero también pueden ser algo obstinados, por lo que se va a necesitar paciencia y constancia para su educación.
Cuidados del kishu inu
Como con cualquier otro perro, adoptar un kishu ken implica contar con tiempo para socializarlo, educarlo y estimularlo tanto a nivel mental como físico. Por ejemplo, puede ser una buena idea ofrecerle juegos interactivos o de inteligencia. Un kishu inu frustrado será más probable que lo manifieste a través de problemas de conducta, como la destructividad. Además, necesita de la compañía de sus cuidadores. No puede pasar mucho tiempo en soledad.
En cuanto a su higiene, la densidad de su pelaje hace recomendables los cepillados frecuentes. Por último, en general se distinguen por ser perros saludables y resistentes. Esto no quiere decir que podamos olvidarnos de la atención veterinaria, ya que igualmente requieren desparasitaciones, vacunaciones y revisiones generales al menos una vez al año. Para ello, visita tu clínica veterinaria Mivet más cercana y encantados de ayudaremos.
{{cta(‘6f68fbb6-08c0-470f-8ed1-0dd2e698896a’)}}