Aunque su nombre deja claro cuál es su origen, lo cierto es que, en la actualidad, es fácil encontrar al perro pastor vasco como animal de compañía en el hogar. Aun así, no hay que olvidar que siguen siendo perros de trabajo que, por lo tanto, van a necesitar estimulación a nivel mental, así como actividad física. Sigue leyendo para conocer todas las características del pastor vasco.
Origen del pastor vasco
El pastor vasco, también conocido como Euskal Artzain Txakurra, es una raza de perro originaria del País Vasco. Esta raza ha sido tradicionalmente utilizada como perro de trabajo, especialmente en el pastoreo de ovejas. Tiene una larga historia en la región, y su origen está profundamente ligado a las tradiciones pastoriles y agrícolas del pueblo vasco.
Es una de las razas de perros más antiguas de la península ibérica. Se cree que sus antepasados acompañaron a las primeras comunidades agrícolas y ganaderas que se asentaron en las montañas y valles del País Vasco hace miles de años.
A pesar de su antigüedad, el Pastor Vasco no fue reconocido oficialmente como raza hasta tiempos relativamente recientes. En la década de 1980, comenzaron los esfuerzos para identificar y preservar las características únicas de esta raza. En 1996, el Ministerio de Agricultura de España reconoció al Pastor Vasco como una raza oficial.
Características físicas del pastor vasco
Se trata de perros de tamaño mediano-grande, ya que algunos ejemplares pueden superar los 30 kg de peso. Generalmente, pesan entre 17 y 36 kg, dependiendo de su sexo y condición física. Los machos suelen medir entre 47 y 61 cm de altura a la cruz. En el caso de las hembras, su altura varía entre 46 y 59 cm.
El stop está bien definido, la nariz es recta y la trufa se presenta siempre en color negro. Los labios, de color negro, son firmes y ajustados y cubren bien la mandíbula inferior. La mandíbula es fuerte y la mordida en tijera. Los ojos son de tamaño mediano y de forma ovalada. Su color es castaño o ámbar. Las orejas son medianas y triangulares.
Por otro lado, el cuello es corto y cuenta con una buena musculatura. Son de tronco fuerte, pecho profundo y lomo firme. El abdomen está ligeramente recogido. La cola es de inserción media-alta y llega hasta el corvejón. Las patas delanteras, por su parte, son fuertes y con flecos de pelo en la parte posterior. Las patas traseras también son fuertes y musculosas. Consiguen proporcionar un buen impulso. Los pies son de forma ovalada.
El manto, moderadamente largo, es rubio, leonado o canela. De tacto áspero, es más corto en la cara y en la zona anterior de las extremidades.
Variedades del pastor vasco
Existen dos variedades principales dentro de la raza:
- Iletsua (Pelo largo). Tiene un pelaje más largo y áspero, que le da una apariencia más rústica. Es común en las regiones montañosas del País Vasco.
- Gorbea (Pelo liso). Su pelaje es más corto y liso. Es algo menos robusto que el Iletsua y se encuentra más frecuentemente en las áreas bajas.
Carácter del perro pastor vasco
El pastor vasco destaca por su inteligencia y su capacidad de aprendizaje. Al ser un perro de trabajo va a necesitar retos que lo mantengan estimulado psicológicamente. Son, además, perros muy apegados, protectores y cariñosos con sus cuidadores, niños incluidos. Son, en general, sociables, equilibrados y alegres. En el hogar estarán tranquilos, siempre que dispongan de las oportunidades de realizar el ejercicio que necesitan. Como contrapartida, se muestran territoriales.
Cuidados del pastor vasco
Aunque podría vivir en un apartamento, un pastor vasco será más feliz si dispone de terreno en el que retozar al aire libre. Es muy importante para este perro la estimulación. Si se aburre y no consigue desplegar la actividad que necesita, el estrés se manifestará en problemas de comportamiento, como la destructividad. Es básico sacarlo a pasear, como mínimo, tres veces al día y debería tener la oportunidad de correr suelto al menos un rato. En conclusión, hay que mantenerlo activo tanto a nivel mental como físico para garantizar su bienestar. Un buen ejercicio para estos perros es el agility, disciplina que mezcla obediencia con agilidad.
Además, demandan la compañía de sus cuidadores. No son perros que soporten pasar solos todo el día ni mucho menos encerrados. Tampoco hay que olvidar el cuidado de su pelaje. Se recomienda cepillarlo prácticamente todos los días para prevenir enredos y nudos.
Un pastor vasco tiene una esperanza de vida entre 13 y 15 años. Por suerte, hasta el momento no se han registrado enfermedades asociadas a la raza, por lo que pueden considerarse perros sanos y resistentes, aunque esto no significa que podamos olvidarnos de desparasitarlos, vacunarlos o revisarlos siguiendo las recomendaciones de los profesionales. En este sentido, en las Clínicas Veterinarias Mivet estaremos encantados de recibiros.