El título me ha llevado a pensar en una ley no escrita que los Veterinarios experimentamos mucha frecuencia. Se trata de que cuando tenemos un caso (en mi caso, una cirugía determinada) casi de manera irremediable solemos tener dos más en poco tiempo haciendo que acaben sumando tres. Esta semana pasada he tenido que operar 3 veces por el mismo tipo de problema: tres perros, Ares, Gigi y Simba se comieron cosas inapropiadas que quedaron atascadas en los intestinos y que por tanto tuve que retirar quirúrgicamente. Este tipo de problema lo llamamos “cuerpo extraño gastrointestinal”. Ahora entenderás que esta semana, para mi, ha sido la del problema de los tres cuerpos.
Ares, un perro de raza Golden Retriever muy jovencito, se comió un calcetín de deporte de uno de los integrantes de la familia. Tenía una parte en el estómago y continuaba por el intestino delgado produciendo un corrugamiento que aparte de doloroso, puede acabar dañando la pared del intestino. Si llega a perforarse, produce un derrame del contenido y una peritonitis. Nuestra prioridad es retirar el cuerpo extraño antes de que haya perforación. En su caso, hicimos una gastrotomía (un corte en el estómago), suficientemente grande para poder estirar el calcetín. Afortunadamente lo conseguimos y no necesitamos hacer un segundo corte en el intestino delgado.
Simba es un Pastor de Berna que tiene la mala costumbre de comerse todo lo que encuentra. Si tiene la oportunidad, revuelve la basura o durante los paseos se traga todo lo que le queda al alcance y muchas veces, a su tutora no le da tiempo a sacárselo de la boca. Esta semana, Simba fue tan rápido, que ella no supo qué se había comido. Pero al día siguiente, cuando observó que estaba triste y que no tenía hambre se preocupó. Esta intuición la llevó a visitar a su veterinario que nos lo refirió al nuevo hospital que hemos abierto recientemente en Manacor para que lo operáramos. El cuerpo extraño ya había pasado del estómago al intestino delgado y tuvimos que hacer un corte (enterotomía) para sacarlo. Se trataba de un hueso de aguacate que no había dañado demasiado la pared intestinal.
Gigi es una cachorra de 9 meses de raza Pitbull Terrier que se comió el suplemento proteico que toman sus tutores. Pero no un poco, sino todo el contenido del bote. Una cantidad tan grande que se aglomeró dentro de la tripa haciendo que no pasara. Cuando abrimos el abdomen observamos que el contenido no era muy duro. De modo que lo fuimos desmenuzando y empujando hasta hacerlo salir al exterior a través del ano. En este caso, no hubo que incidir la pared del intestino y la recuperación de la paciente ha sido más rápida
Final feliz para los tres casos y para el problema de los tres cuerpos (extraños). Ahora veremos qué tal pinta la serie de Netflix.
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