El bichón frisé era un perro acompañante de reyes y nobles, que gozó de gran popularidad entre los siglos XVII-XVIII, siendo representado en numerosos cuadros. Las guerras mundiales repercutieron en su población, pero, por suerte, la raza fue recuperada por criadores franceses y belgas hasta conseguir los ejemplares de los que disfrutamos hoy. Sigue leyendo para conocer todas las características del bichón frisé.
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Características físicas del bichón frisé
La raza bichón frisé es de talla pequeña, de no más de 30 cm de altura a la cruz y, como mucho, unos 5 kg de peso. Su cráneo es de apariencia redondeada debido al efecto del pelo. El stop está poco acentuado. El hocico es mediano y se prefiere la mordida en tijera. La trufa es redonda y negra, los labios son finos y delgados, nunca colgantes. Los ojos son redondos, no almendrados ni protuberantes, muy oscuros y expresivos. Como curiosidad sobre las características del bichón frisé, la nariz y los ojos forman un triángulo equilátero. Las orejas son colgantes y están cubiertas de pelo. El cuello es largo, sin papada, y el perro lo lleva estirado.
En cuanto al cuerpo, el lomo es ancho, musculado y arqueado. La grupa es redondeada. El pecho está bien desarrollado. La cola se presenta levantada y doblada, pero no enroscada ni tocando el lomo. Las patas son rectas y de huesos finos. Los pies son redondos y las almohadillas negras. La piel se prefiere oscura.
Destaca en el perro bichón frisé su pelo largo, fino y sedoso. Forma tirabuzones sueltos de una longitud de 7 a 10 cm. Tiene una capa interna densa y suave y su color es el blanco puro.
Carácter del bichón frisé
El bichón frisé es de carácter alegre y juguetón. Además, es un perro cariñoso, tranquilo y poco ladrador. Dentro del carácter del bichón frisé destaca también lo sociable que se muestra tanto con otros perros como con las personas, niños incluidos. Esta actitud amistosa y amable la mantiene hasta con desconocidos. Establece un fuerte vínculo con su familia y le encanta pasar tiempo en su compañía.
Su temperamento y su pequeño tamaño permite que acompañen a sus cuidadores a todas partes. Se considera una raza inteligente y relativamente fácil de educar. Esta predisposición, unida a su capacidad para adaptarse a distintas situaciones, lo hacen un perro apto para todo tipo de familias, incluso aunque antes no hayan convivido con un perro.
Cuidados del bichón frisé
El bichón frisé requiere compañía y actividad física moderada. Le basta con que lo saquemos a pasear unas tres veces al día y dediquemos un rato al juego. Por eso es feliz tanto en un apartamento como en una casa. Para que salgan a relucir todas sus virtudes es importante que lo socialicemos y eduquemos adecuadamente. Así reducimos la posibilidad de que surjan problemas como una excesiva timidez, destructividad o incluso agresividad.
Por otra parte, el pelo del bichón frisé puede recortarse, tarea de la que se encargarán en la peluquería canina. Pero en casa tendremos que dedicarle tiempo, ya que hay que cepillarlo al menos una vez al día. De lo contrario se enredará.
Respecto a la salud, pueden padecer problemas de peso, oculares, bucales y luxación de rótula. Para prevenir estos y otros trastornos, así como para establecer el calendario de desparasitaciones y vacunaciones más adecuado, consulta con los profesionales de las Clínicas Veterinarias Mivet que se encuentren en tu provincia.
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