Características del gato persa

El aspecto del gato persa impresiona gracias a la belleza de su manto de pelo largo y la conformación de su cara, de hocico achatado. Además, cuenta con un excelente carácter, lo que ha convertido a esta raza antigua en una de las más populares en todo el mundo. Sigue leyendo para saber más sobre las características del gato persa.

Características físicas del gato persa

Se trata de un gato mediano-grande, de cabeza redonda y maciza y cráneo muy ancho. La frente es redondeada y las mejillas están llenas. La nariz es corta, ancha y con un stop entre los ojos bien definido. Los orificios nasales se ven bien abiertos. El mentón es fuerte. Las orejas, pequeñas, tienen las puntas redondeadas y mechones de pelo. Están dispuestas bien separadas y son de inserción baja. Los ojos, muy expresivos, son grandes, redondos y separados. Todos estos rasgos, en conjunto, transmiten dulzura. 

El cuello es corto y fuerte. El cuerpo es de pecho ancho, bajo y bien musculado. Las patas son cortas, gruesas y fuertes. Los pies son grandes y redondos, con mechones de pelo entre los dedos. La cola es corta, peluda y de punta redondeada. Pero lo que más destaca es su manto largo, denso y sedoso. Es más largo en la zona de la cruz y del pecho. Se admiten varios colores, como el crema, el blanco o el negro, y patrones, como el van o el tortuga.

Carácter del gato persa

Estos gatos destacan por lo tranquilos que son, incluso ante personas que no conocen. Se adaptan perfectamente a la vida en un apartamento. Son equilibrados, cariñosos y disfrutan de la compañía de sus cuidadores, con los que establecen un fuerte vínculo. 

Se trata de una raza amistosa con los niños, con los que puede establecer una buena convivencia. Con perros también es capaz de compartir hogar. No tiene un nivel de energía excesivamente alto, pero apreciarán que juguemos con ellos. Lo necesitan, también, para mantener su peso ideal.

Cuidados del gato persa

Es muy importante que si nos decidimos a adoptar un gato persa tengamos en cuenta los cuidados que requiere su manto. Es imprescindible cepillarlo prácticamente a diario para evitar enredos y una ingesta excesiva de pelo durante el autoacicalado. Este, junto a los restos de alimentos y los jugos gástricos, podría formar las conocidas bolas de pelo o tricobezoares, las cuales causan trastornos digestivos, algunos tan graves como las obstrucciones intestinales. 

Además del cepillado frecuente es necesario que le proporcionemos a nuestro gato persa una alimentación de calidad, con un correcto aporte de fibra, así como hidratación y ejercicio regular. Junto a la administración periódica de malta son los pilares para un buen tránsito intestinal. El pelo puede cortarse en una peluquería felina. También es necesario, por su anatomía, limpiarle la cara.

Por otra parte, los gatos de esta raza tienen prediposición a sufrir distintas patologías, como problemas respiratorios u oculares debido a su particular anatomía, enfermedad poliquística renal, cardiomiopatía hipertrófica, trastornos sanguíneos o displasia de cadera. Los profesionales de las Clínicas Veterinarias Mivet te marcarán el seguimiento adecuado para prevenir estas y otras enfermedades.