El gato van turco debe su nombre al lago de Van, en las zonas montañosas del este de Turquía. Allí surgió esta raza tan particular, cuya existencia se conoce desde la Edad Media. En la década de 1950, unos ingleses se llevaron una camada y comenzaron a seleccionar las características actuales de la raza. ¿Quieres saber más sobre ella? ¡Sigue leyendo!
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Características físicas del van turco
Entre las características del gato van turco, destaca un pelaje muy particular. Se trata de un pelo semilargo, fino, resistente al agua y muy suave, con un tacto cashmere. Es más largo en el cuello y la cola, donde forma una especie de plumero. También cambia con las estaciones: el pelo de invierno es más largo, grueso y suave.
Su patrón de colores es muy característico. Posee un color blanco tiza y, a menudo, tienen manchas en la cabeza y la cola. Estas manchas pueden ser negras, azules, rojas, castañas o crema. En la cabeza, aparecen a ambos lados de la parte superior, mientras que en la cola cubren desde la punta hasta la rabadilla formando, a veces, un patrón anillado.
En cuanto a su cuerpo, es largo y robusto, con unas patas medio largas. Su cuello es algo corto y sostiene a una cabeza triangulada. De perfil, se observa una frente curvada y una nariz recta. Entre ellas, observamos unos ojos grandes, ovales y de color variado, con una mirada expresiva y alerta. Están rodeados por una línea rosada, que combina con el color de la nariz y de las almohadillas.
Carácter del gato van turco
El gato van turco es muy leal y afectuoso, aunque necesita sus momentos de independencia. Es bastante sociable y se lleva bien con otros animales, siempre que respeten su indiscutible liderazgo.
Estos gatos son muy activos y, a la vez, inteligentes, por lo que pueden ser bastante traviesos. Les encanta jugar, tanto solos como acompañados. Pueden atrapar objetos al vuelo y devolver juguetes que les hemos tirado. También les fascina jugar con el agua, pudiendo llegar a bañarse.
Cuidados del gato van turco
Los cuidados del gato van turco no son muy especiales. A pesar de las apariencias, su pelaje no se enreda ni se cae excesivamente. Por ello, bastará con 1 o 2 cepillados semanales. Como en todas las razas, estos gatos se limpian solos y no necesitan bañarse.
Como ya hemos indicado, esta raza es muy activa y necesita entretenerse. Para ello, debemos dedicar mucho tiempo a jugar con nuestro van turco. También es recomendable enriquecer su ambiente con trepadores, rascadores y los juguetes que más le gusten.
En cuanto a la salud, la endogamia durante la cría de esta raza puede causar la aparición de enfermedades congénitas, como ciertas cardiopatías y problemas de oído. Para realizar una adecuada prevención y vigilancia, es recomendable que acudan a revisiones veterinarias con regularidad. Si vas a adoptar un gato van turco, acude a tu clínica veterinaria Mivet más cercana y te daremos más información sobre la salud de tu felino.
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Fuentes:
- FIF (1960). Turkish van. Fédération Internationale Féline. Actualizado en: 01/01/2020.
- TICA (2009). Turkish Van Breed Standard. The International Cat Association.
- TICA (2018). Turkish van breed. The International Cat Association. En: tica.org