El lebrel húngaro, conocido también como magyar agar, es una raza que tiene sus orígenes en el siglo X y representa los animales que acompañaron al pueblo de los magiares hacia las tierras de Hungría y Rumanía. Es una raza muy antigua procedente de la familia de los galgos. Estos perros se ven poco en España, ya que, lamentablemente, siguen siendo utilizados en los países del este de Europa para la caza y las carreras.
A continuación, te contamos las características y cuidados que debes tener con el lebrel húngaro si eres una de las pocas personas que ha adoptado uno en su familia.
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Características físicas del lebrel húngaro
El lebrel húngaro es un perro bastante parecido al galgo común. Tiene la cabeza con una base amplia y terminada en forma de cuña. Su cuerpo es alargado y musculoso y no presenta una curva en su lomo, sino que es totalmente recto. Las orejas son de un tamaño considerable y bastante gruesas; la mayoría del tiempo las mantiene pegadas al cuerpo mirando hacia atrás.
Existen lebreles húngaros de todos los colores y patrones y su pelo es corto, grueso y abundante, pero se mantiene bien pegado al cuerpo facilitando su agilidad. Su cola es gruesa en el extremo que está pegado al cuerpo y se va afinando hasta llegar al extremo exterior. Estas son las principales características del lebrel húngaro:
- Altura: 64 – 70cm
- Peso: 20 – 30kg
- Esperanza de vida: 12 – 14 años
Carácter del lebrel húngaro
Comparte muchas características con las otras razas de galgos: es valiente, cariñoso y muy trabajador. Es muy mimoso y confiado con su familia, pero no se relaciona demasiado con las personas extrañas. No suele tener un comportamiento agresivo, sino que simplemente no interacciona con las personas que acaba de conocer. No es recomendado tenerlo como perro guardián porque puede ser que no cumpla su función correctamente.
Es un perro muy inteligente y, aunque es muy energético a la hora de hacer deporte, su comportamiento es muy tranquilo. Dentro de casa se portará muy bien y aprenderá rápidamente sus límites y los respetará, no obstante, es importante que lo lleves a menudo a correr en entornos naturales para que pueda descargar su energía y disfrutar.
Cuidados del lebrel húngaro
Los cuidados que necesita el lebrel húngaro son muy similares a los que puede necesitar cualquier otro galgo. El único requisito importante es que hagan ejercicio moderado sin agotarse por completo de una forma rutinaria, es decir, al menos 3 veces por semana. Puede ser que con el tiempo llegue a sufrir alguna patología típica de los perros grandes, como puede ser la torsión del estómago o la displasia en el codo, pero si no lo fuerzas demasiado a hacer un ejercicio muy intenso, no tiene por qué sufrir estas enfermedades.
En invierno los galgos pasan mucho frío, por eso es importante que lo abrigues bien y no dejes que tirite. En cuanto a su pelo, no tienes que sufrir porque se enrede debido a que se trata de un manto muy corto, de manera que cepillándolo una vez por semana eliminarás el pelo muerto que se haya acumulado.
Dale una alimentación de calidad y llévalo al veterinario cuando le toque para asegurarte de que tu lebrel húngaro disfruta de una buena calidad de vida. Para ello, no dejes de visitar las Clínicas Veterinarias Mivet, ya que contamos con los mejores profesionales y la última tecnología.
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