La raza de perro lhasa apso se caracteriza por ejemplares de pequeño tamaño y manto espectacular. Pero su aspecto no debe engañarnos. No son peluches, sino perros resistentes, fruto de su adaptación al clima de la montaña propio de su lugar de origen: el Tíbet. En la actualidad, son excelentes perros de compañía, siempre que estemos dispuestos a dedicarle tiempo al cuidado de su manto. Sigue leyendo para descubrir las características del lhasa apso.
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Características físicas del lhasa apso
El cráneo es moderadamente estrecho y dispone de un stop mediano. La trufa es de color negro. Los ojos son oscuros, de tamaño mediano y de forma ovalada. Las orejas son colgantes y cubiertas de pelo. El cuello es fuerte y arqueado. Por su parte, el cuerpo es compacto y de proporciones equilibradas. Las hembras son algo más pequeñas. El lomo es fuerte y la cola se inserta alta. Es peluda y la lleva sobre la espalda. Suele doblarse cerca de la punta. Las patas son rectas y también cuentan con una buena cantidad de pelo. Los pies son redondos, de almohadillas sólidas y también cubiertos de pelo.
Entre las características del lhasa apso destaca su pelaje, formado por un espectacular pelo largo y abundante, que cae sobre los ojos y forma un bigote y una barba. Posee, además, un subpelo considerable, lo que le ofrece una buena protección contra el frío. Es de textura dura y se encuentra en diferentes colores, como el dorado, el arena, el miel, el gris, el negro, el blanco o el multicolor.
Carácter del lhasa apso
El lhasa apso es un perro alegre, de buen carácter y temperamento equilibrado, aunque con ciertas reticencias ante los desconocidos, con los que se mostrará tímido en un primer momento. Estas cualidades lo hacen muy adecuado para la convivencia como perro de compañía en hogares de todo tipo, incluidos los que cuentan con niños. Eso sí, hay que vigilar sus interacciones, socializar y educar bien al perro y enseñar a los pequeños cómo deben tratarlo. Con otros perros también suele mostrarse muy sociable. Aunque es de tamaño pequeño y buen carácter, es un perro guardián. Para nada podemos tratarlo como un peluche guiándonos por su aspecto.
Cuidados del lhasa apso
Los lhasa apso se han adaptado a vivir en la ciudad. Poseen unas necesidades de actividad no muy elevadas que hacen que puedan mantenerse en apartamentos, por supuesto, sacándolos a pasear varias veces al día y jugando un rato con ellos a diario. De esta manera contribuimos a su buena salud tanto física como mental. Por otra parte, sus cuidados básicos se centran en el mantenimiento de su espectacular pelaje. Requiere cepillados prácticamente a diario para evitar enredos que acaben formando nudos y desluciendo su aspecto. Suele ser necesario ponerse en manos de profesionales de la peluquería canina para un cuidado óptimo. La salud del manto no solo es un problema estético, ya que un manto descuidado puede ser origen de problemas dermatológicos. En las Clínicas Veterinarias Mivet te asesorarán sobre todas las atenciones que requiere tu lhasa apso tanto en cuestiones de higiene como de salud y de manejo.
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