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Síntomas de obstrucción intestinal en perros: qué es un fecaloma

Publicado el 15/05/2025

Síntomas de obstrucción intestinal en perros: qué es un fecaloma

La obstrucción intestinal en perros es una urgencia veterinaria que puede poner en riesgo la vida del animal si no se detecta y trata a tiempo. Uno de los causantes más graves de esta condición es el fecaloma, una masa de heces endurecidas que bloquea el intestino. Conocer los síntomas de obstrucción intestinal en perros es clave para actuar rápido y evitar complicaciones mayores.

¿Qué es la obstrucción intestinal en perros?

Una obstrucción intestinal se produce cuando el paso normal del contenido digestivo se interrumpe parcial o totalmente. Cuando se produce este bloqueo, el intestino delgado no puede mover los alimentos, gases y líquidos de forma adecuada, lo que causa inflamación, dolor y, si no se trata, necrosis intestinal, septicemia y la muerte.

Principales causas de la obstrucción

Esta interrupción del buen funcionamiento del tracto intestinal puede deberse a varios factores: cuerpos extraños ingeridos (como huesos, juguetes, piedras), tumores, invaginaciones intestinales, o acumulación de heces muy duras, lo que se conoce como fecaloma.

Si el perro siente dolor en la zona anal, es posible que evite defecar por el malestar que le causa. Como consecuencia, las heces se acumulan en el recto, donde el intestino continúa absorbiendo agua, lo que provoca que se endurezcan y sean cada vez más difíciles de expulsar. Algunas de las causas más comunes de este dolor son la proctitis (inflamación del recto), las hernias perineales y los problemas en los sacos anales.

En los machos, una próstata agrandada también puede ejercer presión sobre el intestino, dificultando la evacuación. Esta presión provoca que defecar resulte incómodo o doloroso, por lo que el perro tiende a aguantar más tiempo de lo normal.

Además, los problemas del aparato locomotor, ya sean de origen ortopédico o neurológico, pueden impedir que el perro adopte la postura adecuada para defecar. A esto se suman posibles enfermedades sistémicas o trastornos neurológicos que también pueden alterar el tránsito intestinal y favorecer el estreñimiento.

¿Qué es un fecaloma y cómo se forma?

El fecaloma es una acumulación compacta y seca de heces que se queda atascada en el intestino, generalmente en el colon o el recto. Su formación suele estar asociada a:

  • Dieta pobre en fibra.
  • Hidratación insuficiente.
  • Falta de ejercicio.
  • Enfermedades neuromusculares o endocrinas.
  • Uso prolongado de medicamentos que reducen el tránsito intestinal.
  • Consumo en exceso de alimentos difíciles de digerir, como heces de caballo, pienso para caballos (por ejemplo, pulpa de remolacha, copos deshidratados de esta o avena), cortezas de cerdo destinadas a aves, semillas para pájaros o incluso algún hueso.

Aunque es una enfermedad más frecuente en perros mayores, también puede afectar a perros jóvenes con problemas de motilidad intestinal o hábitos alimentarios inadecuados.

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Los síntomas de obstrucción intestinal en perros a los que debes prestar atención

Detectar los síntomas de obstrucción intestinal en perros a tiempo es fundamental para evitar una cirugía de urgencia o daños irreversibles. Estos son los signos más frecuentes:

1. Vómitos recurrentes

Uno de los primeros y más evidentes síntomas. Si el perro vomita repetidamente, especialmente después de comer o beber, puede ser señal de que algo bloquea el tránsito intestinal.

2. Pérdida del apetito

La falta de interés por la comida, sobre todo si viene acompañada de otros síntomas digestivos, es un claro aviso.

3. Dolor abdominal

Los perros con obstrucción pueden mostrarse inquietos, quejarse al tocarles el abdomen, arquear la espalda o adoptar posturas inusuales para aliviar el dolor.

4. Estreñimiento o ausencia de defecación

Si pasan más de 24-48 horas sin defecar, o si las heces son escasas, duras y con esfuerzo, puede ser indicio de un fecaloma o bloqueo.

5. Abdomen hinchado

Un abdomen distendido puede deberse a acumulación de gases, líquidos o materia fecal por detrás de la obstrucción.

6. Letargo o decaimiento

Un perro con una obstrucción intestinal se sentirá débil, apático, sin ganas de moverse ni interactuar.

7. Deshidratación

El vómito constante y la imposibilidad de absorber líquidos provocan deshidratación rápida. Se puede comprobar observando las encías (secas o pálidas) y la elasticidad de la piel.

Diagnóstico y tratamiento de la obstrucción intestinal

Ante cualquiera de estos síntomas, es imprescindible acudir al veterinario cuanto antes. El diagnóstico suele incluir:

  • Exploración física (palpación abdominal).
  • Radiografías o ecografías para visualizar el bloqueo.
  • Análisis de sangre para comprobar el estado general del perro.

Si se confirma la presencia de un fecaloma, el tratamiento dependerá de su localización y gravedad. En casos leves, puede bastar con laxantes, enemas bajo sedación y rehidratación. En situaciones más complicadas, especialmente si hay riesgo de perforación intestinal, puede requerirse cirugía para extraer la masa fecal.

¿Se puede prevenir un fecaloma?

Sí, y la prevención pasa por mantener buenos hábitos de vida para tu perro. Además, es clave evitar que el perro ingiera objetos extraños no comestibles que puedan causar un bloqueo intestinal, como huesos grandes, plásticos o juguetes pequeños.

  • Alimentación adecuada: una dieta rica en fibra y con buena calidad de ingredientes facilita el tránsito intestinal.
  • Hidratación constante: agua limpia siempre disponible.
  • Ejercicio diario: paseos regulares y actividad física para estimular el aparato digestivo.
  • Revisión veterinaria periódica, sobre todo en perros senior.

Los síntomas de un caso de obstrucción intestinal en perros pueden confundirse con otros problemas del tracto digestivo, pero nunca deben subestimarse. Un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y una intervención quirúrgica de urgencia.

El fecaloma es una causa menos conocida pero igual de peligrosa de obstrucción, especialmente en perros mayores o con tendencia al estreñimiento. Por eso, si notas que tu perro lleva días sin defecar, vomita o está decaído, no lo dudes: acude a tu centro MiVet más cercano y pide atención veterinaria.

Cuidar de la salud digestiva de tu perro es parte esencial de su bienestar general. Con una alimentación equilibrada, hidratación y ejercicio, puedes prevenir muchos problemas antes de que aparezcan.

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