La castración de gatos es una intervención quirúrgica recomendada tanto para mejorar la salud y comportamiento del gato como para controlar la población felina. Aunque la ciencia debate el momento óptimo para realizar la cirugía, en España, la Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales obliga a esterilizar a los gatos antes de los seis meses de edad.
A continuación, te explicamos el procedimiento de castración en gatos, los cuidados postoperatorios, los beneficios que aporta para el bienestar de tu gato, y cómo conciliar las recomendaciones científicas con la normativa legal.
¿En qué consiste la castración de gatos?
La castración consiste en la extirpación de los testículos en los gatos machos, también conocida como orquiectomía. Es una intervención rápida, realizada bajo anestesia general, cuyo objetivo es eliminar la capacidad reproductiva del gato y reducir comportamientos hormonales como el marcaje territorial y la agresividad.
Los estudios respaldan que los gatos castrados suelen tener una vida más tranquila y saludable, con menos riesgo de infecciones o enfermedades de transmisión sexual como el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF).
5 beneficios de la castración de gatos
La esterilización o castración de los gatos no solo es útil para evitar la reproducción, sino que también tiene múltiples beneficios a nivel físico y comportamental, reconocidos por la WSAVA (Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales):
- Prevención de tumores testiculares. Al eliminar los testículos, se elimina por completo el riesgo de que el gato desarrolle este tipo de cáncer.
- Reducción de comportamientos territoriales. Los gatos castrados son menos propensos a pelear con otros gatos y a marcar su territorio mediante el rociado de orina, lo que reduce los conflictos en el hogar.
- Menor riesgo de enfermedades infecciosas. La castración disminuye las peleas y, por tanto, el riesgo de contagiarse de enfermedades como el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) o el virus de la leucemia felina (FeLV), que se transmiten principalmente durante las peleas entre gatos no castrados.
- Mayor esperanza de vida. Los gatos castrados viven más tiempo, en parte debido a la reducción de riesgos relacionados con las peleas y las infecciones.
- Control de la población felina. La castración ayuda a evitar la reproducción descontrolada y contribuye a la disminución de la sobrepoblación de gatos, un problema importante en muchas ciudades.
¿Cuándo es el mejor momento para castrar a un gato?
El momento ideal para castrar ha sido debatido en la medicina veterinaria. Aunque la mayoría de los estudios sugieren que la castración entre los 5 y 6 meses es segura y eficaz para prevenir problemas de comportamiento, algunos veterinarios sugieren que retrasar la cirugía en gatos que viven al aire libre podría tener beneficios, como un mejor desarrollo óseo.
La Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales establece que todos los gatos deben ser esterilizados antes de los seis meses de edad, salvo excepciones justificadas por un veterinario o si el animal está registrado como reproductor.
Si tienes un gato macho y aún no lo has castrado, es importante que consultes a tu veterinario sobre el momento adecuado para realizar la intervención.
¿Cómo prepararse?
Antes de la cirugía, es crucial seguir las instrucciones del cirujano veterinario para garantizar que el procedimiento sea lo más seguro posible. Algunas recomendaciones comunes incluyen:
- Ayuno. Generalmente, se recomienda que tu gato mantenga un ayuno líquido y solido de unas horas previas que te indicará tu veterinario.
- Examen veterinario. Antes de la cirugía, el veterinario realizará un chequeo completo para seguridad.
- Preparación del hogar. Prepara un espacio cómodo y tranquilo para que tu gato pueda descansar cuando vuelva a casa. Es importante que este lugar esté libre de ruidos o distracciones, ya que necesitará tranquilidad para su recuperación.
Cuidados posteriores a la castración de gatos
Una vez que tu gato haya sido castrado, los cuidados en casa son esenciales para asegurar una recuperación rápida y sin complicaciones. A continuación, te damos algunas pautas clave para los cuidados posteriores:
- Vigilancia de la herida quirúrgica. Revisa la zona de la incisión para detectar signos de infección como enrojecimiento, hinchazón o secreciones. Si observas alguno de estos síntomas, contacta con tu veterinario para evitar complicaciones.
- Uso del collar isabelino. El uso de un collar isabelino durante los primeros días tras la operación evita posibles riesgos. Tu veterinario determinará si es necesario en su caso.
- Reposo. Es fundamental mantener al gato en un entorno tranquilo y evitar movimientos bruscos o saltos. El tiempo de reposo recomendado es de 4 a 5 días, lo que permite una recuperación más rápida sin comprometer la herida.
- Control del dolor. Administra los analgésicos y antiinflamatorios recetados por el veterinario para asegurar que tu gato no sufra molestias durante su recuperación.
- Alimentación adecuada. Aunque el apetito puede disminuir temporalmente tras la cirugía, es importante ajustar la cantidad de alimento una vez que la recuperación esté completa. El ajuste de la dieta debe comenzar tras la fase de recuperación, ya que los gatos castrados tienden a ser menos activos y tienen un mayor riesgo de ganar peso.
Cuándo volver al veterinario
Tu veterinario te indicará cuándo debes volver para un chequeo postoperatorio, que suele ser entre 5 y 7 días después de la cirugía. En esta visita, el veterinario revisará la cicatrización y se asegurará de que todo esté en orden. Si notas cualquier problema antes de esta cita, no dudes en contactar con tu centro veterinario.
Si estás considerando castrar a tu gato, es importante que lo hagas bajo la supervisión de un veterinario profesional que te guíe durante todo el proceso y te ofrezca los mejores cuidados posteriores. La castración, aunque es una cirugía menor, requiere atención y cuidados para asegurar una recuperación completa y sin complicaciones.