enero 09, 2025 
La artrosis en gatos es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones, causando dolor y rigidez. Aunque es más común en gatos mayores, también puede presentarse en animales jóvenes debido a lesiones o factores genéticos. Te explicamos qué es la artrosis, sus síntomas y cómo detectarla a tiempo para mejorar la calidad de vida de tu gato.
¿Qué es la artrosis en gatos?
La artrosis, también conocida como osteoartrosis, es una enfermedad crónica que se produce por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones. Este desgaste genera fricción entre los huesos, causando inflamación, dolor y una reducción progresiva de la movilidad.
Aunque muchas personas asocian la artrosis con perros, también es una condición frecuente en gatos, especialmente en aquellos mayores de 7 años. Sin embargo, al ser animales discretos y reservados, los gatos tienden a ocultar los signos de dolor, lo que dificulta su diagnóstico.
Las 4 causas principales de la artrosis en gatos
Aunque la artrosis es una enfermedad común en gatos mayores, también puede afectar a edades más tempranas, por lo que es importante conocer otras causas para poder prevenirla y mejorar su calidad de vida.
Envejecimiento
El envejecimiento es la principal causa de la artrosis en gatos. Con el tiempo, el cartílago de las articulaciones se deteriora, haciendo que las articulaciones sean más propensas al desgaste.
Traumatismos o lesiones
Fracturas, luxaciones o golpes fuertes pueden dañar las articulaciones, favoreciendo el desarrollo de artrosis a lo largo del tiempo.
Factores genéticos
Algunas razas de gatos, como los Maine Coon o los Scottish Fold, tienen predisposición a desarrollar problemas articulares debido a su genética.
Sobrepeso
El exceso de peso ejerce una carga adicional sobre las articulaciones, acelerando su deterioro y aumentando el riesgo de artrosis en los gatos con sobrepeso.
Aunque no siempre es posible prevenir la artrosis, hay medidas que pueden reducir su riesgo una vez que conocemos las causas:
- Mantener un peso saludable.
- Ofrecer una dieta equilibrada y rica en nutrientes.
- Evitar lesiones o traumatismos.
- Realizar revisiones veterinarias regulares, especialmente en gatos mayores.
Síntomas de la artrosis en gatos que debes identificar
Detectar la artrosis en gatos puede ser complicado, ya que los felinos suelen esconder el dolor. Sin embargo, hay ciertos signos que pueden indicar esta condición:
- Cambios en la movilidad. Un gato con artrosis puede mostrar dificultades para saltar, subir escaleras o acceder a lugares altos donde solía ir.
- Menor actividad física. Es probable que el gato pase más tiempo descansando o evitando el ejercicio, lo que puede confundirse con envejecimiento normal.
- Rigidez o cojera. La rigidez en las articulaciones es más evidente tras periodos de descanso, como al levantarse después de dormir.
- Cambios en el comportamiento. El dolor crónico puede hacer que el gato se muestre más irritable, agresivo o reacio al contacto físico.
- Pérdida de aseo personal. Los gatos con artrosis pueden tener dificultades para acicalarse, lo que lleva a una apariencia descuidada o enredada en su pelaje.
- Uso reducido del arenero. Si el arenero tiene bordes altos, el gato puede evitar usarlo debido al dolor al entrar o salir.
Si notas que tu gato muestra signos de dolor, rigidez o cambios en su comportamiento, es importante acudir al veterinario de inmediato. Un diagnóstico precoz puede marcar la diferencia en el manejo de esta enfermedad.
¿Cómo es el diagnóstico?
El diagnóstico de la artrosis requiere la intervención de un veterinario, quien evaluará los síntomas y realizará pruebas específicas para confirmar la condición.
Pruebas comunes para el diagnóstico
- Examen físico. El veterinario revisará las articulaciones del gato para detectar signos de dolor o inflamación.
- Radiografías. Permiten visualizar el desgaste articular y confirmar la presencia de artrosis.
- Análisis de sangre. Aunque no diagnostican la artrosis directamente, ayudan a descartar otras enfermedades.
Los 4 tipos de tratamientos más comunes
Aunque la artrosis no tiene cura, existen tratamientos que pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del gato.
1. Medicación
- Antiinflamatorios. Ayudan a reducir la inflamación y el dolor.
- Condroprotectores. Suplementos como la glucosamina y el sulfato de condroitina que protegen el cartílago y retrasan su desgaste.
- Analgésicos. Para controlar el dolor crónico en casos más avanzados
2. Terapias complementarias
- Fisioterapia. Ejercicios guiados que mejoran la movilidad y reducen el dolor.
- Láser terapéutico. Ayuda a reducir la inflamación y estimula la regeneración de tejidos.
3. Control del peso
Mantener un peso saludable es esencial para reducir la carga sobre las articulaciones. Consulta con el veterinario para elegir una dieta adecuada y controlar las porciones sin caer en la pérdida de masa muscular.
4. Modificaciones en el entorno
- Proporciona rampas o escalones para facilitar el acceso a lugares altos.
- Usa camas ortopédicas que reduzcan la presión sobre las articulaciones.
- Asegúrate de que el arenero sea fácil de acceder.
La artrosis felina es una condición que afecta su calidad de vida, pero con los cuidados adecuados, es posible aliviar los síntomas y garantizar su bienestar. Desde MiVet te animamos a estar atento a los primeros signos y buscar siempre el consejo de un veterinario para establecer un plan de tratamiento personalizado.
