El verano es una época en la que los perros disfrutan de más actividades al aire libre, baños en playas o piscinas, y de largos paseos bajo el sol. Sin embargo, tras esta temporada, muchas mascotas pueden enfrentar problemas de salud específicos relacionados con las condiciones climáticas y los cambios de rutina. En este artículo, revisaremos las enfermedades más comunes de los perros tras el verano.
Las 7 enfermedades que más afectan a perros tras el verano
Conocer las 7 enfermedades más comunes en perros tras el verano te ayudará a estar preparado y a tomar las medidas necesarias para cuidar su salud. A continuación, te contamos cuáles son y cómo prevenirlas.
1. Golpe de calor y sus secuelas
El golpe de calor es una de las afecciones más graves que pueden sufrir los perros durante el verano, y sus secuelas pueden aparecer incluso después de que ha pasado el calor más intenso. Este problema ocurre cuando el cuerpo del perro no es capaz de regular su temperatura adecuadamente, lo que puede derivar en daños en órganos vitales, incluyendo el corazón, riñones y el cerebro.
Tras el verano, algunos perros pueden presentar síntomas tardíos como:
- Cansancio extremo
- Problemas de movilidad
- Dificultades respiratorias
Es importante acudir al veterinario si se observan estos signos para realizar un chequeo completo y descartar daños mayores. La prevención es clave, y en futuras temporadas se debe garantizar que el perro tenga acceso a agua fresca y sombra en todo momento.
2. Dermatitis alérgica por picaduras de pulgas
Las pulgas son más activas en climas cálidos y húmedos, lo que convierte al verano en la temporada ideal para su proliferación. Muchas veces, tras el verano, los perros desarrollan una dermatitis alérgica debido a las picaduras de pulgas. Esta reacción alérgica es causada por la saliva de la pulga, y puede provocar:
- Intenso picor
- Caída del pelo
- Infecciones secundarias en la piel por el rascado constante
La mejor forma de prevenir esta afección es mediante el uso de antiparasitarios externos durante todo el año, especialmente en los meses más calurosos. Además, es recomendable revisar periódicamente el pelaje del perro y acudir al veterinario si se detectan signos de infestación.
3. Otitis
La otitis es una inflamación del canal auditivo que puede estar causada por diversos factores, como la acumulación de humedad en los oídos después de nadar, el aumento de la temperatura o la presencia de cuerpos extraños como arena. Durante el verano, los perros que frecuentemente nadan o juegan en la playa tienen un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Tras el verano, es común que algunos perros presenten:
- Sacudidas constantes de la cabeza
- Secreción en el oído
- Olor desagradable proveniente del oído
- Dolor al tocar la zona afectada
El tratamiento de la otitis incluye limpieza del canal auditivo y la aplicación de medicamentos recetados por el veterinario. La prevención pasa por secar bien los oídos del perro tras los baños y evitar que el agua o la arena entren en contacto con el canal auditivo.
4. Gastroenteritis
El cambio de rutina, el consumo de alimentos inadecuados durante los paseos o el contacto con fuentes de agua contaminadas puede llevar a que los perros desarrollen gastroenteritis al final del verano. Esta afección se caracteriza por la inflamación del tracto gastrointestinal, lo que provoca:
- Vómitos
- Diarrea
- Deshidratación
- Falta de apetito
El tratamiento de la gastroenteritis requiere, en la mayoría de los casos, reposo, una dieta blanda y la administración de sueros para prevenir la deshidratación. Es esencial acudir al veterinario para que determine el tratamiento adecuado según la gravedad del caso. Para prevenir esta enfermedad, se debe evitar que los perros beban agua de charcas o coman alimentos que no formen parte de su dieta habitual.
5. Parásitos internos: lombrices y tenias
Durante el verano, el contacto con otros perros, el consumo de carne cruda o la ingesta de alimentos o agua contaminados pueden favorecer la aparición de parásitos internos, como lombrices y tenias. Estos parásitos suelen ser más comunes tras la temporada estival debido al aumento de la actividad al aire libre.
Los síntomas incluyen:
- Pérdida de peso
- Abdomen hinchado
- Debilidad general
- Presencia de parásitos en las heces
La desparasitación interna es clave para prevenir la aparición de estas afecciones. Es recomendable seguir un calendario de desparasitación regular que incluya tanto el tratamiento para pulgas y garrapatas como la eliminación de parásitos internos. Un veterinario podrá indicar los mejores productos y la frecuencia adecuada según las necesidades del perro.
6. Lesiones en las almohadillas plantares
El contacto con superficies calientes, como el asfalto o la arena, puede causar lesiones en las almohadillas plantares de los perros. Aunque estos daños suelen producirse durante el verano, las consecuencias pueden notarse al final de la temporada, cuando las almohadillas ya están agrietadas o ulceradas.
Las señales de que un perro ha sufrido una lesión en las almohadillas incluyen:
- Cojera
- Lamerse excesivamente las patas
- Dolor al caminar
Para prevenir estas lesiones en el futuro, es recomendable evitar paseos durante las horas más calurosas del día y revisar las patas del perro con regularidad. Si se detectan lesiones, el tratamiento puede incluir la aplicación de cremas cicatrizantes y evitar que el perro camine sobre superficies ásperas o calientes hasta su completa recuperación.
7. Leishmaniosis
Finalmente, la leishmaniosis es una enfermedad transmitida por la picadura de flebótomos, pequeños insectos que son más activos durante los meses de calor. Esta enfermedad puede tardar semanas o incluso meses en manifestarse, por lo que es común que los síntomas aparezcan después del verano.
Los signos más frecuentes incluyen:
- Pérdida de peso
- Lesiones cutáneas
- Fatiga
- Crecimiento anormal de las uñas
El diagnóstico precoz es fundamental, ya que la leishmaniosis puede ser mortal si no se trata adecuadamente. La mejor forma de prevenirla es mediante el uso de collares antiparasitarios y productos repelentes que protejan al perro durante todo el verano.
Al llegar el otoño, es esencial prestar atención a las enfermedades de los perros tras el verano para detectar a tiempo cualquier dolencia que pueda haber sido provocada o empeorada durante esta estación. Las revisiones veterinarias regulares, el uso de antiparasitarios y una adecuada rutina de cuidados pueden prevenir muchas de estas afecciones, garantizando que nuestras mascotas disfruten de una vida saludable y feliz todo el año.